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LLEGARÁN EN 2022

En cascada y anti frenazos: así serán los 26 nuevos radares de la DGT

Esta tecnología tiene como objetivo lograr que todos los conductores respeten siempre los límites de velocidad

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La Dirección General de Tráfico no cesa en su afán por eliminar los excesos de velocidad de las carreteras españolas y su punta de lanza siguen siendo los radares. El plantel actual está formado por 780 dispositivos fijos (92 de ellos son de tramo) y 545 móviles: en 2022 darán la bienvenida a 26 integrantes más que llegarán con refuerzo. Los nuevos cinemómetros de la DGT serán anti frenazos y trabajarán en cascada.

El objetivo de la Dirección General de Tráfico es evitar el truco que todos los conductores conocen y muchos de ellos ponen en práctica: reducir la velocidad cuando se acercan a la ubicación del dispositivo que mide su velocidad e incrementarla cuando lo han superado. La DGT pretende que los límites de velocidad se respeten siempre para que la velocidad sea legal en todo momento y no sólo en los tramos vigilados.

Radar de tramo
Radar de tramo | Agencias

16 radares de tramo y 10 fijos

La DGT estrenará, en 2022, 26 nuevos radares: 16 serán de tramo y 10 serán fijos. Estos cinemómetros contarán con una tecnología actualizada para cumplir con la premisa a la que hacíamos referencia unas líneas más arriba: conseguir que los vehículos circulen siempre sin quebrantar los máximos establecidos en autovías, autopistas y vías convencionales.

La primera fórmula para lograrlo son los radares anti frenazos. ¿Cómo funcionan? Como dos cinemómetros en uno: el primero es móvil y registra la velocidad a la que circula un coche antes de llegar al segundo punto, que es el dispositivo fijo. De esta forma, si un conductor va a un ritmo superior al permitido y reduce la marcha… la infracción se reconocerá igualmente.

Radar
Radar | PIXABAY

La segunda son los radares en cascada que miden el comportamiento complementario: su misión pasa por interceptar a aquellos vehículos que incrementan su velocidad cuando ya han superado el radar fijo que, en esta ocasión, es el primero en medir el ritmo de los coches. Unos metros después se colocan uno o dos dispositivos móviles para comprobar si se respeta (o no) el límite de la vía.

La clave: los radares móviles

En uno y otro caso la clave es la misma: los radares móviles que los agentes de Tráfico pueden situar unos metros antes del dispositivo fijo y unos metros después. Ellos son los encargados de señalar a aquellos conductores que circulan sin respetar los límites de velocidad y se valen del truco que la DGT quiere erradicar: frenar cuando se acercan a un cinemómetro fijo para, antes o después, volver a quebrantar las normas.

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