UN ITALIANO CON PRIMOS FRANCESES
Así es el coche que debería poner a Lancia en lo más alto
El Lancia Ypsilon Ibrida ha llegado con la misión de devolver a la marca italiana al sitio que merece.

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El Lancia Ypsilon Ibrida ha llegado con la misión de devolver a la marca italiana al sitio que merece, y lo hace con un planteamiento que tiene tanto de elegante como de práctico. Este utilitario, que comparte la plataforma CMP con sus primos Peugeot 208 y Opel Corsa, no se queda en ser un simple clon con otro logo. Aunque los tres tienen mucho en común, como dimensiones de unos 4 metros de largo y tecnologías compartidas, el Ypsilon se desmarca con un diseño que tiene más clase que un traje italiano a medida. Su frontal con el “calice” iluminado y los faros traseros redondos, inspirados en la mítica Lancia Stratos, le dan un toque que no tienen ni el 208 ni el Corsa.
La versión híbrida del Ypsilon, que ahora presume de más potencia, es un caramelito para quienes buscan un coche urbanita que no se achante en carretera. Monta un motor 1.2 PureTech de tres cilindros con un sistema mild-hybrid de 48 voltios que, tras una actualización reciente, ha pasado de 100 CV a 110 CV oficiales, combinando el pico del motor gasolina y el eléctrico de 21 kW. No es un cambio que te vaya a dejar con la boca abierta, pero se nota en la agilidad, sobre todo en ciudad, donde el Ypsilon se mueve con la gracia de un bailarín. Además, lleva una caja automática eDCT de 6 marchas que es más suave que el terciopelo de sus asientos.
Ventajas, consumos y precios al descubierto

El Ypsilon Ibrida saca pecho con lo poco que gasta, algo que se agradece cuando el precio de la gasolina parece un chiste de Arévalo. Se conforma con unos 5 l/100 km según el ciclo WLTP y emite 115 g/km de CO2, así que no tendrás que parar a repostar como si fuera un ritual diario. Frente al Peugeot 208 Hybrid de 100 CV, que se queda en 4,8 l/100 km, y el Opel Corsa Hybrid, que anda por 5,1 l/100 km, el Ypsilon está en tierra de nadie, pero tiene un as en la manga: su etiqueta ECO, que te deja colarte en zonas de bajas emisiones como si fuese tu propia casa. Y para rematar, su suspensión bien puesta y un aislamiento acústico que parece cosa de magia lo hacen más cómodo que el 208 y el Corsa cuando toca pegarse un viaje largo.
En precio, el Ypsilon Ibrida no es el más barato de los tres, y eso hay que tenerlo claro. Parte de 24.000 euros en su versión más básica, mientras que el Peugeot 208 Hybrid arranca en 21.170 euros y el Opel Corsa Hybrid en 21.285 euros. Pero el Lancia juega con ventaja: viene con más juguetes de serie, como faros Full LED, climatización automática y una pantalla multimedia de 10 pulgadas que parece un pedacito de Italia metido en el salpicadero. Es un coche que cuesta un poco más, pero te hace sentir que estás pagando por algo especial.
Un Lancia que quiere brillar
El Ypsilon Ibrida no solo es un coche para ir de A a B, sino que tiene ese toque premium que Lancia quiere recuperar. Su interior, con detalles como el “tavolino” de la edición Cassina o los asientos de terciopelo, es más chic que el del 208 o el Corsa, que son más sobrios y deportivos. Además, su diseño exterior es un soplo de aire fresco en un segmento donde muchos coches parecen cortados por el mismo patrón.
Lancia tiene una oportunidad de oro para volver a lo más alto con esta versión híbrida.
Ya solamente nos falta un nuevo Delta.
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