A VECES NO HAY QUE GASTAR DEMASIADO
El aditivo de 5 euros del súper que muchos mecánicos usan (y no te lo dicen)
Parece uno de esos trucos de taller que nadie se atreve a contar, pero no, es real: está al alcance de cualquiera en la estantería de un supermercado. Un simple aditivo desde 5 euros promete limpiar el motor, reducir el consumo y alargar la vida del coche. Pero ¿funciona de verdad o es solo otro producto milagro de marketing?

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Estamos seguros de que lo has escuchado mil veces: ponle esto al coche, que va mejor, me lo dijo mi mecánico. Y si se opta por el producto correcto, es totalmente cierto. Hasta hace no tanto, los aditivos eran cosa de profesionales. Frascos misteriosos, como los de una botica o un alquimista, que solo se veían en talleres o tiendas especializadas. Hoy, en cambio, y desde hace ya bastante tiempo, aparecen junto a los limpiaparabrisas y los ambientadores del supermercado. La fórmula es simple: lo echas en el depósito antes de repostar y el líquido hace su trabajo dentro del motor.
Los fabricantes aseguran que el aditivo limpia los inyectores, reduce los residuos y mejora la combustión. Todo eso —dicen— se traduce en un motor más suave, menos consumo y menos emisiones. Suena casi demasiado bonito para ser verdad, pero lo cierto es que hay una base técnica detrás: muchos contienen detergentes y lubricantes que ayudan a eliminar la suciedad acumulada. Es justo en ese en lo que se basan los “productos mágicos” que vemos siempre recomendados: en limpiar el motor donde hace falta que esté limpio.
El precio, claro, es parte del encanto. Con apenas 5 euros puedes probarlo sin miedo. Algunos conductores lo usan de forma preventiva cada pocos depósitos, otros solo cuando notan tirones o un ralentí inestable. Y aunque los resultados dependen del estado del coche, en muchos casos se nota una ligera mejoría en el rendimiento. No gana potencia, el coche no correrá más. Lo que notarás es que va mejor, responde mejor y hasta suena mejor. No obstante, lo que notarás es como funciona tu motor cuando está en perfecto estado y eso, a veces, engancha.

Cómo actúa realmente dentro del motor
La idea es parecida a la de un desincrustante o un desengrasante doméstico. El aditivo viaja mezclado con el combustible, disolviendo la carbonilla y las impurezas del sistema de alimentación. Con el tiempo, estos depósitos pueden alterar la pulverización del combustible o la respuesta de los inyectores, lo que aumenta el consumo y reduce la potencia.
En motores modernos, con inyección directa, esos residuos son más habituales de lo que parece. Por eso, algunos talleres recomiendan usar estos productos como mantenimiento preventivo, sobre todo si haces trayectos cortos o repostajes en gasolineras low cost. No es magia, pero puede retrasar limpiezas más caras. Esto se debe a que, durante los trayectos cortos, el motor funciona a pocas revoluciones y coge poca temperatura, así que se generan depósitos que se acumulan con los kilómetros. Si usa gasolina low cost, los aditivos sirven para reemplazar –hasta cierto punto– los aditivos que añaden empresas como Repsol al combustible.
Ahora bien, también hay advertencias. Los mecánicos insisten en que no todos los aditivos son iguales: algunos son demasiado agresivos y pueden dañar componentes delicados del sistema de inyección o del catalizador. Por eso, conviene evitar las mezclas caseras o los productos sin marca conocida.

Lo que opinan los expertos: cuándo sí y cuándo no
La mayoría de talleres coincide: los aditivos pueden ayudar, pero solo si se usan con sentido común. En un coche nuevo, con combustible de calidad y revisiones al día, apenas notarás diferencia. En cambio, en un coche con años y kilómetros a cuestas, el efecto puede ser positivo, sobre todo en suavidad de marcha y arranque. Piensa en la cantidad de porquería que habrá acumulada en el motor y en el sistema de inyección; una limpieza no viene nada mal.
Otra clave está en la frecuencia. Usarlo de vez en cuando, cada 5.000 o 10.000 kilómetros, puede ser útil; hacerlo en cada repostaje no tiene sentido. Algunos mecánicos incluso recomiendan combinarlo con un cambio de aceite posterior, para eliminar los residuos que se desprenden durante la limpieza.
Y si el coche ya muestra síntomas graves —consumo elevado, humo, falta de potencia—, el aditivo no hará milagros. En ese punto solo queda pasar por taller y realizar una limpieza profesional del sistema.

Un truco barato con sentido común
Por lo que cuesta una hamburguesa, este aditivo puede ayudarte a mantener el motor más limpio y reducir ligeramente el consumo. No es una solución mágica ni sustituye al mantenimiento regular, pero como apoyo ocasional sí tiene su lógica y hasta es recomendable.
En definitiva, es el típico producto que divide opiniones: hay quien jura que le ha devuelto la vida a su coche y quien no nota nada. Pero por 5 euros, el riesgo es mínimo. Y si con eso consigues que el coche respire un poco mejor… tampoco parece mala inversión.
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