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No tengas miedo, son tareas muy sencillas

10 tareas de mantenimiento que puedes hacer tú mismo a tu coche

¿Quieres ahorrar dinero en el mantenimiento de tu coche? Haz tú mismo estas diez tareas y evita gastar más de la cuenta en un taller.

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¿No sabes nada de mecánica y llevas tu coche al taller siempre que tienes un problema? Pues debes saber que estás gastando demasiado dinero en cosas que puedes hacer tú mismo, de manera rápida y prácticamente sin esfuerzo porque hay tareas de mantenimiento sencillísimas para las que no es necesario acudir a un profesional. Todas las cosas que te contamos en las siguientes líneas puedes hacerlas en cualquier sitio porque no requieren herramientas especiales (simplemente las que tienes en casa) ni un lugar adecuado para ello, como puede ser un taller con elevador. Solo necesitas tener ganas, perder el miedo y utilizar algunas de las herramientas que tienes por casa. ¿Te atreves?

¿Una luz fundida?

Empezamos por las luces. En algunos coches no es fácil acceder a la bombilla que se haya fundido para cambiarla por una nueva, así que, antes de nada, revisa si ese es tu caso. Si, por el contrario, es sencillo llegar hasta la luz fundida, sácala, compra una igual en cualquier recambista o a través de internet y sustitúyela. Puedes cambiar las luces principales, los intermitentes, los antiniebla y las de los pilotos traseros. También es muy sencillo sustituir cualquier luz del interior.

Revisa la presión de los neumáticos

No hay nada tan fácil como revisar las presiones de los neumáticos. Una vez al mes acuérdate de hacerlo, es fundamental para alargar la vida de las ruedas, pero sobre todo para garantizar tu seguridad porque unos neumáticos con menos o más presión de la recomendada no son tan efectivos, influyen de manera negativa en el comportamiento del coche y hacen que gaste más combustible. En la mayoría de gasolineras y estaciones de servicio tienen manómetro, revisa las presiones allí y, si necesitas poner aire, la misma máquina te permitirá hacerlo. También puedes comprar un manómetro y comprobar la presión sin ir a ningún sitio.

Cambia los limpiaparabrisas

¿Las escobillas de los limpiaparabrisas han dejado de barrer bien el agua? Con el tiempo, las gomas se resecan y dejan de funcionar bien, pero no hace falta acudir a un taller para arreglar este problema. Compra nuevos limpiaparabrisas y cámbialos. Cualquier recambista sabrá qué modelo utiliza tu coche si le llevas la ficha técnica, pero también puedes comprarlas por internet, buscando por el modelo y el año de tu coche. Quitar las viejas y poner las nuevas es cuestión de segundos, sobre todo en los coches más modernos porque llevan enganches rápidos. Es pan comido.

Rellena el líquido limpiaparabrisas

El depósito del líquido limpiaparabrisas no es infinito. Rellénalo cada cierto tiempo y siempre podrás limpiar la luna delantera y la luneta posterior cuando estén sucios. No utilices agua del grifo, la cal puede obstruir los conductos por los que circula el agua, lo ideal es comprar una garrafa de líquido limpiaparabrisas. Para rellenar, solo tienes que abrir el capó, quitar la tapa del depósito del líquido limpiaparabrisas y echar más con cuidado de no derramarlo.

Rellena el refrigerante

No debería, pero tu coche puede tener una fuga y perder algo de líquido refrigerante, también conocido como anticongelante. Rellenarlo es tan fácil como con el líquido limpiaparabrisas. Localiza el vaso de expansión junto al motor, quita la tapa (asegúrate de que el motor no está caliente antes de hacerlo) y rellena la cantidad necesaria para volverlo a dejar al nivel adecuado, entre las marcas del mínimo y el máximo. En casi todos los vasos de expansión viene indicado qué refrigerante utiliza tu coche, compra el mismo en un recambista o en una gran superficie comercial y rellénalo.

Revisa el nivel de aceite

Hay unos pocos coches que no tienen varilla para medir el nivel de aceite y te informarán a través del panel de instrumentos, pero la mayoría sí cuentan con este elemento. Abre el capó, localiza la varilla, límpiala, vuelve a introducirla y sácala para comprobar el nivel de aceite del motor. Si está bajo tendrás que rellenarlo o acudir al taller para comprobar si hay alguna pérdida, fuga o avería. Si el nivel es correcto te puedes quedar tranquilo. Recuerda que, para revisar el nivel de aceite, el motor tiene que estar parado desde hace tiempo y no estar caliente, además, el coche debe estar aparcado en un lugar sin desnivel.

Cambia los filtros aire y polen

El filtro de aire evita que la suciedad entre en el motor y el de polen mantiene limpio de impurezas el habitáculo. Se recomienda cambiarlos una vez al año y puedes hacerlo tú mismo. Suelen encontrarse debajo del capó, en cajas de plástico que normalmente van atornilladas, simplemente tienes que acceder a ellos, sacarlos y poner los nuevos en la misma posición. Puedes comprarlos en un recambista con la ficha técnica de tu coche, son baratos y te llevará unos minutos sustituirlos.

Pon una batería nueva

¿La batería ha dicho basta? No hay problema, no hace falta que llames a la grúa, compra una nueva y ponla tú mismo. Puedes hacerlo por internet y te llegará a casa, pero también se venden en cualquier recambista y en muchos hipermercados. Una vez más, la ficha técnica es la mejor referencia para saber cuál tienes que comprar, sea de la marca que sea, solo debes respetar las características técnicas que dice el fabricante, tener en cuenta su tamaño y la posición de los bornes. Cambiarla no lleva mucho tiempo, suele estar debajo del capó, aunque algunos coches la llevan en el maletero o debajo de algún asiento; estará fijada con algún elemento, así que quita las tuercas necesarias, afloja los tornillos de los bornes, pon la nueva y vuelve a fijarla.

Cambia las bujías

Si no te arranca el coche y la batería está en plena forma, las bujías pueden tener la culpa. En este caso necesitas la herramienta necesaria para sacarlas, suele vale con un maletín de llaves de carraca que tenga varios tipos de vasos. Acude con la ficha técnica a tu recambista o cómpralas por internet, simplemente tienen que ser las recomendadas por el fabricante. Cuando tengas las nuevas, colócalas en su posición, conecta todo y listo. Tu coche volverá a arrancar y habrás ahorrado haciéndolo tú mismo.

Limpieza a fondo

No es estrictamente una tarea de mantenimiento, pero siempre viene bien llevar el coche limpio, por fuera y por dentro. No hace falta acudir a un profesional para hacerlo, puedes limpiarlo tú mismo en cualquier estación de servicio con autolavado y aspiradora. También puedes lavarlo en casa y utilizar la aspiradora para dejarlo impoluto por dentro. Para un acabado perfecto utiliza una gamuza, quita el polvo del interior y repasa los cristales con limpiacristales y un rollo de papel.

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