Porsche se alza con su 19ª victoria en las 24 Horas de Le Mans

Tercera victoria consecutiva para el Porsche 919 hybrid LMP1 y 19º triunfo absoluto de la marca alemana en La Sarthe. Ese fue el resultado de la edición 2017 de las 24 Horas de Le Mans, una carrera en la que las altas temperaturas hicieron estragos entre los coches oficiales. Sólo una remontada del Porsche número 2, en manos de Earl Bamber, Brendon Hartley y Timo Bernhard evitó que los LMP1 de fábrica fueran derrotados por los LMP2 privados. Este coche fue en un principio la primera víctima de los problemas de fiabilidad en los LMP1 híbridos al quedarse sin potencia en el eje delantero durante la tarde del sábado, lo cual le hizo perder una hora. Con tres coches frente a uno de Porsche, todo parecía de cara para Toyota. Pero al caer la noche fueron desapareciendo poco a poco los TS050: el número 8 quedó retrasado también por problemas en el eje delantero; el número 7 perdió el liderato y abandonó por un fallo del embrague; y el número 9, que parecía la opción conservadora de Toyota, cayó por un accidente con un LMP2. Sin llegar al ecuador de Le Mans los japoneses ya se habían quedado sin opciones.

Así se quedó un único LMP1 en cabeza (el ByKolles privado apenas duró unas vueltas, siendo el primer abandono de la carrera), el Porsche 919 número 1. Y lideró toda la noche. Pero ese coche tampoco estaba destinado a ganar y se paró por problemas de motor a cuatro horas del final. Eso dejó al frente al Oreca 07 LMP2 número 38 del equipo de Jackie Chan y David Cheng, gestionado por Jota Sport, pero el Porsche número 2 aún estaba en disposición de recuperar el terreno perdido, cosa que logró a una hora del final. Deber cumplido. Esa debacle de los coches de fábrica permitió que dos de los nuevos LMP2 se subieran al podio absoluto, el vencedor con Ho-Pin Tung, Oliver Jarvis y Thomas Laurent al volante y el segundo de esta categoría, el primero de los coches de Vaillante Rebellion de la mano de Nelsinho Piquet, Mathias Beche y David Heinemeier Hansson. Toyota logró ver meta con el TS050 número 8 en novena posición absoluta tras firmar la vuelta más rápida de la carrera.

El desenlace en GTE-Pro fue mucho más apretado que en las categorías de prototipos y en él tuvo que ver uno de los dos pilotos españoles, Antonio García, si bien Corvette Racing optó por montar en el número 63 a su compañero Jordan Taylor en la recta final de la carrera. El estadounidense luchó durante la última hora con el Aston Martin número 97 de Jonny Adam, Darren Turner y Daniel Serra, pero un toque y posteriores problemas en una rueda delantera le hicieron perder el liderato en la última vuelta. Finalmente él, García y Jan Magnussen fueron terceros, tras el primero de los Ford GT, mientras que Miguel Molina acabó quinto en su primera participación en las 24 Horas de Le Mans con el Ferrari 488 número 71 que compartió con Sam Bird y Davide Rigon. La casa de Maranello en cambio celebró la victoria en GTE-Am con JMW Motorsport y Dries Vanthoor, Will Stevens y Robert Smith, copando el podio de esta categoría sus 488.