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Fórmula 1 y zapatos o la extravagante historia de Andrea Sassetti
Fórmula 1 y zapatos o la extravagante historia de Andrea Sassetti
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¿Hay alguien en la sala que lleve zapatos Andrea Moda? Bien, a todos vosotros os quiero sentados en primera fila, que esto os interesa. Se trata de la historia de como un extravagante hombre de negocios italiano creó un equipo de Fórmula 1 que sirvió para demostrar que en la categoría reina solo pueden estar los mejores y que los milagros solo llegan con trabajo duro. No hay lugar para los hombres cuestionables. El origen de la fortuna de Andrea Sassetti tiene varias teorías y rumores, según a quien se haga caso. Algunos apuntan a que es hijo de Silvano Sassetti, propietario de una de las compañías de zapatos más importantes en Italia -¿coincidencia o algo más?-. Evidentemente, no faltan los rumores sobre una posible conexión con la mafia. En una entrevista en 2012, el propio Sassetti explicaba que de joven ganó tres millones de liras en un arriesgado movimiento gracias a una buena -excelente, diríamos- mano en una partida de póker. Con el dinero ganado, adquirió la maquinaria para fabricar zapatos y se lanzó a la conquista de Italia con ellos, vendiéndolos bajo el nombre de "Andrea Moda". Lo que sí está claro es que cuando llegó a la Fórmula 1, su marca de zapatos ya era popular y era considerada como una de las grandes emergentes de finales de la década de los años 80. Si uno quería zapatos italianos de buena calidad, sin pretensiones pero con ese toque de moda que caracteriza a los productos transalpinos, Andrea Moda era la respuesta. Para Andrea Sassetti -y para tantos hombres de negocios-, entrar en la Fórmula 1 suponía una fantástica forma de publicitar su marca. La idea era gastar poco y recibir un buen retorno... Bendita inocencia de quien no conoce la categoría. Sassetti preparó su equipo, Andrea Moda Formula, comprando lo que quedaba de la Scuderia Coloni y con la intención de participar en el campeonato del mundo de 1992. Puesto que era evidente que con coches coleros de 1991, era imposible ir bien en 1992, Bernie Ecclestone se ofreció a ayudar al italiano para que pudiera estar en parrilla por el bien de deporte. Así entró en juego Simtek, la empresa de Nick Wirth. Simtek había diseñado un coche para la supuesta entrada de BMW en la Fórmula 1 que había estado a punto de producirse entre 1990 y 1991. Al final, la marca alemana decidió no tirar adelante con la idea y el monoplaza quedó sin uso. El coche debía ser puesto al día para la temporada de 1992 así que el equipo se presentó a la primera carrera de la temporada con el coche viejo, dos pilotos -Alex Caffi y Enrico Bertaggia- y sin pagar el depósito de 100.000 dólares de necesario para ser aceptado como nuevo equipo de Fórmula 1. Sassetti aseguraba que su equipo no era más que la continuación de Coloni y por lo tanto ese pago era innecesario. La FISA no lo vio así y los coches no salieron a pista. Tampoco lo hicieron en la segunda carrera, con los nuevos coches de Simtek aún en proceso de ensamblaje. Tras perderse dos carreras, el equipo corría el riesgo de ser excluido del campeonato pero en el tercer gran premio de la temporada y con pilotos nuevos -Roberto Moreno y Perry McCarthy, los iniciales fueron echados por criticar el pobre nivel de preparación del equipo-, el Andrea Moda S921 pudo finalmente rodar aunque no se clasificó. El milagro lo obró Moreno en Mónaco, clasificándose para la carrera y llegando a rodar en décimo novena posición antes de retirarse por la rotura de su motor Judd. A partir de allí, una increible serie de desventuras como impagos al proveedor de propulsores o falta de neumáticos de seco hicieron que el equipo fuera cada vez peor. Mientras tanto, la situación personal del propio Sassetti iba complicándose. El local del que Sassetti era propietario se quemó, existiendo la sospecha de que fue algo intencionado. Y mientras huía de las llamas, un atacante desconocido le disparó, aunque para su fortuna no tuvo éxito y el jefe de equipo de Andrea Moda salió ileso. Para el equipo, el final del camino estaba cerca. En Bélgica, Sassetti fue arrestado por la policia por haber falsificado facturas y Andrea Moda fue echada del campeonato, aunque aún intentaron competir -sin éxito- en Monza. La historia de Andrea Moda Formula llegó de esta forma a su prematuro fin. Los coches fueron a parar a manos de Adrián Campos con su proyecto de equipo de Fórmula 1 español, Bravo. Desafortunadamente, no llegó a buen puerto y al final Simtek terminó con su propio equipo en 1994 y por desgracia, su paso por la categoría reina es más recordado por el accidente mortal de Roland Ratzenberger que por cualquier otra cosa. En cuanto a Andrea Sassetti, solo estuvo detenido una noche en Bélgica y aunque parecía que su carrera en el mundo del motorsport había terminado, en 1993 patroció al equipo Euromotorsport en la IndyCar aunque con poco éxito. Sobre los motivos de Sassetti para entrar en la Fórmula 1, solo se puede especular. El propio magnate ha negado en repetidas ocasiones tener un gran interés en el mundo de las carreras así que para él tenía que ser un negocio. El ejemplo de Benetton era algo atractivo de imitar y hay quien llega a decir que la Fórmula 1 era el lugar ideal para el blanqueo de dinero... lo único que está claro es que tras su paso por las carreras, Sassetti siguió con su negocio y hoy en día sigue con sus zapatos y haciendo dinero con una serie de clubes y restaurantes en Italia. Aunque también tiene intereses en el mundo de la construcción...
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