Grandes, majestuosos, lujosos, pero también contaminantes. Los cruceros, y en general el sector naviero, es uno de los que afronta mayores retos para adaptarse a las exigencias y compromisos medioambientales del presente para poder seguir disfrutando de un turismo sostenible en el futuro.

Pero las empresas lo saben y ya están en ello. Así nos lo ha contado Fernando Pacheco, director general de MSC Cruceros en España, en la jornada de Encuentros Metafuturo dedicada al turismo sostenible este 19 de enero en Fitur.

Con más de 300 años a sus espaldas en navegación, MSC ha iniciado un plan de sostenibilidad que pasa por introducir todas las novedades tecnológicas en el mercado para reducir el impacto ambiental de sus barcos, también en su flota más antigua.

Hablamos de medidas como introducir un tratamiento de aguas residuales para convertirla en agua potable, disminuir el uso de plásticos o conectar los buques a la red eléctrica de la ciudad cuando están en puerto. Pero lo más novedoso, y el gran reto que afronta el sector, es el abandono progresivo de combustibles fósiles por otros menos contaminantes.

Pacheco ha explicado que en la actualidad ya tienen un barco con gas natural licuado y este 2023 inaugurarán otro. Se trata del combustible fósil "menos contaminante" del momento. Un paso intermedio con el que han conseguido reducir un 28% las emisiones con respecto a 2008. Su objetivo para 2027 es conseguir un 40% menos de gases nocivos, "y para 2050 queremos llegar a la emisión cero", ha anotado.

Todo mediante barcos que funcionarán con hidrógeno y con batería de litio. Una apuesta por la sostenibilidad que la empresa afronta desde la responsabilidad que encara tener "el mar como oficina". "Sin el mar, sin el medio ambiente y sin un lugar sano donde llevar a cabo nuestras operaciones, el futuro de los cruceros es limitado", ha concluido el directivo.

No obstante, esta no es la única iniciativa sostenible. Destaca el proyecto Ocean Cay: una isla en Bahamas de la que se retiraron 7.500 toneladas de metales y rocas, y donde se plantaron más de 75.000 árboles. Se trata de un proyecto de recuperación de ecosistema y especies.