De los datos también se desprende que la recaudación caerá 5,5 millones como consecuencia de la subida del mínimo exento de tributación desde los 2.500 euros en el sorteo del pasado año hasta los 20.000 euros en los sorteos de 2019. Los técnicos señalan que el sorteo del Niño solo grava los tres primeros premios, que ascienden hasta los 200.000, los 75.000 y los 25.000 euros, respectivamente, y recuerdan que este sorteo extraordinario repartirá, en total, 700 millones de euros, de acuerdo a los datos facilitados por la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE).
Asimismo, Gestha advierte de que los agraciados que compartan un premio superior a los 20.000 euros tendrán que pagar a Hacienda el 20% de su participación, pese a que ésta sea inferior a esa cifra, ya que el gravamen se exige al décimo premiado, siendo indiferente cómo y cuánto esté participado.
DESVIOS DE DECIMOS PREMIADOS A COMPAÑIAS EN PÉRDIDAS
Por otro lado, los técnicos piden que los premios de loterías que ganen las empresas tributen, como mínimo, igual que los de los particulares, ya que se ha detectado un crecimiento "espectacular" en los premios de loterías que recaen en Sociedades, algo "inexplicable" en el sistema productivo, cuyas pérdidas además no son deducibles.
En este sentido, los técnicos de Hacienda sospechan que algunas empresas están blanqueando la evasión fiscal con décimos premiados. Además, han detectado una ventaja fiscal en las compañías con 'números rojos', en las que el premio compensa pérdidas y les permite obtener la devolución del gravamen de loterías, por lo que al final no tributan nada.
De esta manera, el blanqueo de capitales "les sale gratis", pues el importe de la comisión por la compra de un décimo premiado es finalmente devuelto por Hacienda, explica Gestha. En concreto, de los 372,7 millones que recaudó la Agencia Tributaria con el gravamen sobre premios de loterías hasta octubre de 2018, unos 11,7 millones procedieron del de los premios cobrados por sociedades.
Finalmente, Gestha aclara que su propuesta de equiparar la tributación de los premios en el IRPF y en el Impuesto sobre Sociedades no mermaría la recaudación de las arcas públicas en el gravamen de Loterías, puesto que ese 20% es superior a la carga real del Impuesto de Sociedades -el tipo efectivo es el 12,2% del beneficio contabilizado por las pymes y el 7,3% del beneficio de los grandes grupos empresariales-, además de evitar el blanqueo de la evasión y la trampa de las compañías en pérdidas.