Si millones de españoles siguen en directo el sorteo de la Lotería de Navidad desde sus televisores o radios, desde la casa o el trabajo, sólo unos pocos tienen el honor de disfrutarlo en directo. El Teatro Real de Madrid es el escenario elegido para celebrar este evento, que tiene lugar cada año el 22 de diciembre, y como siempre, a las puertas se van sumando todos los que quieren asegurarse una butaca. Porque sí, para poder ver el sorteo de Navidad en carne y hueso, hace falta hacer cola.

Y para este día, como todos los años, ya hay gente haciendo cola. Desde hace días... y algunos desde hace años. Entre ellos está Manuel Jesús Ruiz, que lleva más de 10 días frente a la puerta del teatro, pese a que vive en Cantabria, y no es su primera vez. Es ya uno de los clásicos de este día. Y este es el gran esfuerzo que requiere ser el primero en entrar, especialmente con el frío que hace en Madrid estos días.

Ahora bien, el frío no importa. Algunos llevan esperando desde principios de mes, procedentes de toda España, como Jesús. Todos con la misma ilusión. Pero las colas para entrar al sorteo de Navidad son muy diferentes al resto de filas que se forman a las puertas de grandes eventos: entre ellos se respetan los turnos, hacen guardias... si alguien quiere, se puede ir a comer o a dormir, que cuando regrese, todos saben cuál es su sitio.

El Teatro Real pone a disposición del público 600 butacas para ver el sorteo el día 22 de diciembre. El orden de entrada, sin reserva, ni ticket ni ningún otro tipo de modo previo de garantizarse el acceso, es en estricto orden de llegada, por eso mantener la cola es tan importante. Eso sí, todos los que están en la cola a dos días del sorteo ya tienen su butaca asegurada.