La Lotería de Navidad es un momento de euforia para solo algunos afortunados. Sin embargo, ese momento de emoción puede acarrear futuros problemas económicos, como explica en el vídeo la profesora de finanzas Elisabet Ruiz.

"Es un tema emocional. Recibir de golpe un importe muy elevado de dinero te lleva a gastarlo de manera muy impulsiva", explica. La maldición puede suceder a la suerte y algunos premiados terminan en ruina: siete de cada diez agraciados con un premio tardan menos de cinco años en gastarlo.

La primera recomendación es parar a pensar y no dejarnos llevar por las emociones. Invertir es preferible a gastar, pero siempre aconsejados por un asesor independiente.

También hay que tener en cuenta que el 20% de lo que ganemos a partir de 40.000 euros se lo lleva Hacienda. Así, el Gordo se queda en 328.000 euros netos, el segundo premio en 108.000 y el tercero, en 48.000. Impuestos que no tributamos en la declaración de la Renta, sino al cobrar el premio.

Si compartimos un décimo, pagaremos de acuerdo con la parte que juegue cada uno, pero hay que identificarse. Las arcas públicas ingresarán 157 millones de euros en impuestos con el Sorteo de Navidad, pero los técnicos de Hacienda reclaman que los premios menores también tributen.

También reclaman reforzar los mecanismos de inspección para detectar blanqueo de capitales a través de premios de Lotería.