Esta es una historia real. Hace muchos años decidí compartir un décimo de la Lotería de Navidad con un compañero, un cámara con el que estaba grabando en una administración extremeña. En el coche, de vuelta a casa, debatíamos lo típico: ¿quién lo guarda? ¿hacemos fotocopia?

Carlos, que así se llama este compañero, lo cogió y lo rompió en dos: "Así, si toca, nos necesitamos para cobrarlo", dijo. La cara de idiota que se te queda es épica, os lo garantizo. La bronca, monumental (por no usar otro adjetivo).

¿Valía el décimo? ¿No valía? ¿Acabábamos de perder la posibilidad de 'tapar agujeros'? Eso os lo cuento después. Primero, veamos qué deberíamos haber hecho mi queridísimo Carlos y yo si hubiéramos sido personas sensatas.

Quiero compartir mi décimo: ¿cómo lo hago bien?

Yo tengo el décimo, yo cobro el décimo. Es así de fácil. Y si no hay nada que demuestre lo contrario… mío es. Por eso, lo ideal es hacer fotocopias del décimo (por los dos lados) en la que se vea bien el número, la serie, la fracción... Además, en las fotocopias debe aparecer:

- El nombre y DNI del portador del boleto (esto es: a quién tengo que ir a buscar si toca).

- Nombre y DNI de todas las personas que comparten la lotería.

- La cantidad exacta que juega cada uno.

Cada una de las personas que comparten dicho décimo de Lotería de Navidad, deben recibir su fotocopia. Es la manera de probar que de verdad están compartiendo. La fotocopia en este caso equivale a un contrato entre particulares.

Habrá quien diga que la fotocopia se puede perder, romper… Para ellos, los medios digitales (WhatsApp, Telegram, un mail…) también valen. ¡Ojo! La OCU recuerda que tiene que aparecer la misma información que en la fotocopia: número, serie, fracción, quién juega cuánto, el depositario…

Los impuestos generados por este décimo en caso de resultar premiado, se pagarán entre todos los participantes, de forma proporcional a la cantidad jugada.

Tienes que saber que: si estás casado en régimen de gananciales, el 50% de lo que te toque es legalmente de tu pareja. Si tenéis separación de bienes, la 'pasta' es del portador del décimo, salvo que se pueda acreditar que se ha comprado a medias.

¿Y si te toca el Gordo y compartes el décimo?

En primer lugar… ¡enhorabuena! Hay una posibilidad entre 100.000 de que te toque el Gordo, así que celébralo. Y después, cóbralo. Para ello has de ir al banco, donde se identificará al ganador o ganadores, así como qué porcentaje juega cada uno. Si has hecho bien el paso anterior de este artículo, no debería haber problemas.

La idea es que no lo cobre uno y luego reparta, sino que cada uno cobre lo que le toca para evitar que parezca una donación. Esa es otra de las recomendaciones importantes que da la OCU.

Si has tenido suerte, pero no tanta como para que te toque el Gordo, tenemos noticias importantes sobre los impuestos: solo pagas si te toca el Gordo, el segundo o el tercer premio de la Lotería de Navidad. Si es menos, se te ingresará el importe 'limpio', sin retenciones en la cuantía del premio.

Fotocopia siempre los décimos, aunque no los compartas. En la mayoría de los casos no las usarás, pero te serán muy útiles si algo sale mal.

Consejo rápido

Además, hay una manera fácil de tener todos tus décimos guardados y saber cuánto te ha tocado con un solo clic: el lotómetro de laSexta. Solo tienes que dejar registrado todos los números de la Lotería de Navidad que juegas hasta la celebración del sorteo, de manera que cuando llegue el 22 de de diciembre, actualizando verás si has tenido suerte. Además, puedes compartir el premio que te haya tocado por WhatsApp.

Llegamos al desenlace de mi historia. Lo primero: no tocó. Es decir, estadísticamente pasó lo que era más probable. Pero, ¿y si hubiera tocado? Lo cierto es que habríamos podido cobrar, pero hubiera sido algo más complicado que una rápida visita al banco.

¿Qué pasa si el décimo está roto, o me lo han robado, o si…?

Pablo Ángel Fernández lleva casi 35 años siendo lotero. Regenta la Administración número 1 de Benavides de Órbigo, en León. Él nos dice: "El décimo vale, sin problemas. Y si lo partieras en 50 cachos, seguiría valiendo. Rellenas la documentación y se envía a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para que certifique que es correcto", explica. Además, nos da un dato clave: tenemos un plazo máximo para cobrarlo de 3 meses.

Lo que se hace en caso de tener un décimo roto, o que ha pasado por la lavadora, o que se ha dañado por lo que sea, es llevarlo a una administración de lotería (junto con la fotocopia. si la hicimos) SIN PEGARLO y SIN INTENTAR ARREGLARLO. Solo tienes que meterlo en una bolsita de plástico y rellenar la documentación. Si los forenses determinan que es auténtico, podremos cobrarlo.

Si nos lo roban o lo perdemos, debemos denunciarlo ante Loterías y Apuestas del Estado y en la comisaría. Mejor si es antes del sorteo y mejor aún si aportamos pruebas de que es nuestro.

El propio Pablo nos cuenta la historia de un señor que rompió sin darse cuenta una primitiva premiada, y la tiró a la basura: "Siempre jugaba la misma, por eso supo que le había tocado. Mandó un impreso y como nadie reclamó el premio, pudo cobrarlo sin aportar ni un solo trozo del boleto". En este caso, el testimonio del lotero también supuso una prueba importante.

Y en el último caso, si un décimo ha tocado y se duda sobre de su propiedad, un juez puede hacer que no se cobre hasta que se resuelva el caso.

Si has llegado hasta aquí, ¡Mucha suerte!