La historia de un granjero y un príncipe es el primer cuento de hadas LGTBI del mundo que nace gracias al micromecenazgo, una historia de amor y diversidad pero que no es la única.

En un teatro de sombras, por ejemplo, los niños aprenden lo difícil que a veces es encajar, ya seas un cuadrado en un mundo de cículos, como Kaila, una niña transexual. "Como mi hermana que quería jugar con sus amigos, pero sus amigos no la aceptaban como una chica sino como un chico", afirma el hermano de Kaila.

Porque con normalidad es como los más pequeños, aprenden a respetar. "Es que ellos saben cómo es la vida, el problema es que se lo ocultemos o que no puedan verla, o que las cosas sean invisibles, entonces ahí si que no las van a entender", comenta una mujer que cuenta cuentos a los niños.

Estos cuentos nos muestran los diferentes modelos de familia y explican la diversidad sexual de forma divertida, es una forma de educar en la tolerancia. "Enseñar a nuestros hijos que somos diversos, que es bueno ser diversos y que debemos valorar esa diversidad por todo lo que nos aporta", comenta una madre. Todos somos únicos, diferentes, pero iguales.