Cómo olvidar a Aya, la niña que en 2017 agotó hasta la última gota de su respiración con cada pedrea. Los mayores la riñeron, pero como si no fuera con ella porque tenía al público entregado. Un año después fue la encargada de cantar el Gordo, con la lección ya aprendida.

Cada año los niños de San Ildefonso se emocionan, piden perdón... y toda España se pone en su piel, sufriendo con cada uno de los llantos que superan, porque ellos siempre siguen adelante.

Controlar la voz con los nervios es complicado, y si encima tienen que sujetar una mini bolita la cosa se complica: en 1999 llegó rodando hasta debajo de la mesa, aunque logró resolverse.

Las siestas, los gorros y los disfraces son los otros protagonistas del día del sorteo, a veces incluso está el afortunado entre ellos. Un sinfín de fuertes emociones que podrán seguir en directo, aquí, en laSexta.