Graves acusaciones de envenenamiento entre varios empleados, una pizza con patatas fritas de aspecto repugnante, o la pasión de los trabajadores por tomar la última cerveza de la noche, justo antes de empezar el servicio, son los ingredientes que pueden hacer que el sueño de un empresario italiano, de tener su propio restaurante en una playa paradisíaca, este a punto de hundirse.