La mayoría de los electores votamos en nuestros colegios electorales o por correo si el trabajo o las vacaciones nos impiden hacerlo de forma presencial. Pero ¿cómo votan, por ejemplo, los militares desplegados en zonas de conflicto? ¿Y los presos que cumplen condena en las cárceles españolas?

Cómo votan los militares

En las últimas semanas, 2.314 militares desplegados en zonas de conflicto han ejercido su derecho al voto. Lo han hecho desde Irak, Líbano, Letonia o Turquía gracias a los enlaces del Ejército. Cada enlace custodia 100 votos, viaja con ellos a España y se los entrega al Ministerio de Defensa.

Los sobres vuelan en una maleta de cabina para que su responsable no los pierda de vista en ningún momento. El enlace porta, además, un certificado que acredita su contenido para impedir que el personal de los aeropuertos pueda exigir ver lo que llevan dentro. En el caso de que obligue al enlace a abrir uno de los sobres, ese voto quedaría inmediatamente invalidado.

Para las próximas elecciones generales del 23 de julio, 659 militares del Ejército de Tierra han votado desde Letonia, 590 desde Líbano, 327 desde Irak, 140 desde Turquía, 129 desde Mali, 100 desde Estonia, 15 desde Somalia, 7 desde República Centroafricana y 3 desde Kuwait. El porcentaje de participación ha sido de casi el 100%.

Cómo votan los presos

En el caso de los presos que cumplen condena en las cárceles españolas el porcentaje de voto es muy inferior, puesto que la mayoría considera que el resultado no les afecta de una manera directa, especialmente los que cumplen condenas de larga duración.

El procedimiento vuelve a ser muy similar al del voto por correo convencional, solo que, en este caso, es el personal de Correos el que se desplaza a los centros penitenciarios para recoger los sobres. Tienen derecho a votar todos los presos con nacionalidad española (39.348).

Más casos curiosos

Nos interesamos también por los kits accesibles que se distribuyen entre la población con problemas de visión. Se han solicitado más de 1.300 y contienen, además de una guía en braille, plantillas adaptadas para seleccionar a los senadores y sobres normalizados como los que utiliza el resto de la población para impedir que el personal de las mesas electorales pueda relacionar el voto con el votante.

Los kits se entregan en las mesas electorales y los solicitantes los manipulan en lugares privados para que nadie pueda observar qué papeleta eligen. El problema es que no todos los colegios tienen espacios habilitados para ello. En ese caso, el votante tiene que abandonar el colegio, elegir sus papeletas en un lugar seguro y regresar para depositarlas en las urnas.

Consultamos a un abogado qué pasa si alguien vota por correo y fallece antes del 23J. Nos responde que para que el voto sea válido "la persona tiene que estar viva el día de las elecciones", por lo que, en el caso de fallecer, un familiar o amigo debería acreditar su muerte para poder retirar el voto, aunque esto no siempre ocurre así.