Los siete votantes censados en el municipio riojano de Villarroya han completado las votaciones en las elecciones generales de este 23Jen 26 segundos, tres menos que su récord de los comicios municipales y autonómicos del pasado 28 de mayo. En lo referente a las elecciones generales de 2019, este pequeño municipio de La Rioja Baja paró el cronómetro en 32 segundos y 25 centésimas.

Los 26 segundos de este domingo hubieran sido menos si a uno de los votantes no se le hubiera caído una de las papeletas a la mesa antes de introducirla en la urna. Los cuatro votantes de Villarroya que no han formado parte de la mesa han tenido más presión que nunca para superar su marca, dado que los tres de la mesa votan al final. Y es que, a diferencia de anteriores elecciones, al ser estos comicios en verano, Villarroya está "lleno" de familias que tienen casa en el pueblo y vienen durante el periodo estival desde Logroño, Arnedo y otros municipios riojanos a donde han emigrado los descendientes del municipio.

Por ello, en torno a la mesa de votaciones se han reunido unas 40 personas, entre ellos muchos niños, que han esperado a que la secretaria, Clara Martínez, diera la señal para que el presidente de la mesa declarara abiertas las votaciones.

Justo después, los cuatro han empezado el proceso, con anécdota incluida, ya que al juez de paz, Jesús Garrido, quien había bromeado con las papeletas antes de que empezaran las votaciones, se le ha caído una a la mesa y ha perdido unos segundos al recogerla.

Pese a esto, el cronómetro se ha parado en 26 segundos, una marca que supera la anterior de los comicios generales en seis y en tres el registro de las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo.

Justo después de cerrar la mesa, la secretaria se ha comunicado con la Delegación del Gobierno en La Rioja y ha recibido la autorización para dar por concluidos los comicios en el municipio. Y terminadas las votaciones, ha empezado la fiesta, con todos los que residen ahora en el pueblo, aunque no estén censados, compartiendo café, pastas y preparando una comida de migas que reunirá a todos, una vez más, como en cada votación, para poner fin a la tradición de este municipio riojano, considerado el más rápido de España en votar.

La votante más joven de Villarroya, Pilar Abad, de unos 40 años, ha indicado a EFE que la "clave" de lo que sucede en su pueblo en cada convocatoria electoral es que "todo el mundo está muy concienciado en que las cosas salgan bien" y, además, como a todos les ha tocado alguna vez ser presidente de mesa o vocal, tiene claro qué hay que hacer.