Faltan 34 días para las elecciones generales y los candidatos, conscientes de lo que se juegan, protagonizan ya sendos actos de precampaña.
El presidente del Gobierno y candidato del PSOE a la reelección, Pedro Sánchez, ha cambiado el discurso socialista para apelar a las emociones que movilicen a la izquierda, llamando a "concentrar" todo el voto progresista en el 23J y pidiendo un cordón sanitario para la ultraderecha de Abascal.
"Si la España progresista se moviliza y concentra todo su esfuerzo en el PSOE, garantizaremos que España siga creciendo cuatro años más", asegura el líder de los socialistas, quien anima a ir a votar "en masa" el 23 de julio a su partido "para que España siga creciendo y no retroceda con un Gobierno de Feijóo y Abascal".
Mientras, desde el PP intentan minimizar los pactos alcanzados con Vox para gobernar en diferentes autonomías y municipios. El líder del PP ha preferido poner el foco en "lo que se va a hacer" antes que en "con quién se va a hacer".
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Pero lo cierto es que el PP necesita a Vox para cerrar gobiernos, como ya lo ha hecho en la Comunitat Valenciana. La extrema derecha puede darle a los populares el poder en Baleares, Aragón y Extremadura. También en Murcia, donde la situación se ha complicado después de que los de Feijóo dejaran a los de Abascal fuera de la mesa de la Asamblea. Vox pide entrar en el Gobierno de López Miras y de no conseguirlo, esos votos podrían llevar a la región de Murcia a unas nuevas elecciones.
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