Cada vez son más las operaciones que realizamos a través de Internet. Desde comprar ropa, pedir comida e incluso realizar trámites burocráticos. De hecho, las Administraciones públicas están en constante desarrollo de diferentes métodos de identificación digital para poder realizar 'papeleos' sin salir de casa, métodos como son el DNI electrónico, el certificado digital o la Cl@ve PIN. Sin embargo, hay algo que todavía no podemos hacer en España de manera 'online': votar.

A pesar de que en otros países sí que existe la opción del voto electrónico, en España las únicas formas que contempla la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), para votar son presencial o por correo. Además, también existen procedimientos para que las personas que residen en el extranjero de manera temporal o permanente puedan votar.

Sin embargo, en plena era tecnológica, todavía no es posible hacerlo a través de Internet. Lo más cerca que ha estado España de poder hacerlo ha sido el voto rogado, que fue suprimido a finales de 2022.

Intentos de implementar el voto 'online' en España

Lo cierto es que España ya ha estudiado la posibilidad de implantar el voto telemático, aunque sin éxito. A finales de 2016 el Parlamento Europeo solicitó al Gobierno que revisara el procedimiento para que sus ciudadanos residentes en el extranjero pudiesen ejercer el derecho a voto vía telemática.

A nivel autonómico, destaca el caso de País Vasco, que en 1998 abrió el camino a regular el voto electrónico para sus elecciones parlamentarias. En concreto, desarrollaron el sistema Demotek, un "innovador sistema de voto electrónico que, respetando la forma tradicional de votación, agiliza el recuento de las papeletas y la transmisión y comunicación de los resultados electorales". Sin embargo, no contaron con los apoyos suficientes para poder implantarlo en unas elecciones autonómicas.

Desde 1995, en Cataluña ha habido varios intentos de implementar el voto telemático. Una apuesta que quisieron seguir impulsando en 2010, cuando el Ayuntamiento de Barcelona quiso implantar el i-voting vía Internet y por teléfono durante una consulta ciudadana. La experiencia acabó siendo un fracaso,con multitud de problemas.

En 2019 se volvió a plantear en España un sistema de voto electrónico, pero el miedo a injerencias externas y a ciberataques masivos hizo que se desechara esa opción.

Las razones por las que no se puede votar 'online'

Uno de los principales retos del voto electrónico es la dificultad técnica para garantizar la transparencia y seguridad del proceso. De esta forma, el miedo a que se produzca un ciberataque o pueda cometerse fraude electoral hace que todavía no se contemple la posibilidad de implementar este proceso de votación.

Además, el voto secreto también podría verse afectado, y es que un 'hackeo' podría revelar los datos de los ciudadanos.

A esta situación se une la falta de apoyo suficiente para que se lleve a cabo una reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General que facilite la implementación de este sistema de votación.

Ventajas y desventajas del voto 'online'

El voto 'online' cuenta con una serie de desventajas que han provocado que en países como España no esté permitido:

  • Desconfianza en el procedimiento: el miedo a que el sistema pueda ser 'hackeado' genera desconfianza sobre su legitimidad.
  • Ciberdelincuencia: el hecho de sufrir un ataque en el sistema que afecte en la votación hace que se considere inviable.
  • Voto secreto: la ciberdelincuencia y ser víctima de un hackeo hace que el voto secreto peligre, y es que existe el riesgo de que los datos personales puedan ver la luz.
  • Alto coste de implementación: desarrollar las vías para hacer este procedimiento de forma segura y con la tecnología necesaria requiere un alto coste.

Sin embargo, pese a todos estos problemas, también existen varias ventajas:

  • Obtener un escrutinio más rápido.
  • La eliminación del error humano.
  • Ventajas medioambientales al reducir el papel utilizado.
  • Comodidad para votar desde cualquier lugar.

Países donde sí existe el voto electrónico

Estonia es uno de los países donde está completamente implantado, convirtiéndose en referencia en materia de digitalización. De hecho, en el país báltico hubo más votos digitales que papeletas físicas en las urnas durante las últimas elecciones.

En este país lleva estando vigente este sistema de votación desde 2005. De esta forma, los ciudadanos cuentan con un documento de identidad electrónico con un PIN secreto asociado, de modo que los votos emitidos permanecen encriptados para garantizar el anonimato.

Otros países de la Unión Europea que también cuentan con el voto telemático son Bélgica, Bulgaria o Francia, aunque este último, con matices, puesto que está disponible solo para ejercerse en el extranjero y únicamente en algunos procesos electorales.

Fuera de la UE, existen otros países donde también está implementado como son Brasil, Estados Unidos, Venezuela, Filipinas o la India.

Países donde el voto 'online' ha fracasado

A nivel internacional existen varios casos que hacen alimentar la desconfianza en este tipo de procedimientos.

En Alemania, Países Bajos, Reino Unido o Suiza casi llegó a ser una realidad, pero se interrumpió en el último momento por preocupaciones sobre la seguridad del mecanismo.

Esta desconfianza aumenta por casos como el de Bélgica, que implementó este sistema de votación en 1989. Sin embargo, lo suspendió en 2014 tras un fallo informático que obligó a anular 2.200 votos, el 0,06 % de todos los emitidos, durante las elecciones al Parlamento Europeo, Regional y Federal. A pesar de esto, han seguido apostando por este sistema tras reforzarlo.