Las elecciones generales celebradas el 23 de julio, en las que ha acudido a las urnas un 70,40% del electorado, han resultado en un congreso de los diputados totalmente fragmentado y con ninguno de los dos grandes bloques alcanzando la mayoría absoluta de 176 escaños. Los resultados han dejado una gran incógnita sobre la composición de un Gobierno al depender de los partidos nacionalistas y la noche electoral supuso una remontada para un PSOE que convocaba elecciones resistiendo ante el debacle de las elecciones municipales del 28M.
El Partido Popular de Feijóo ha logrado sumar 136 diputados que supone una mejora de los resultados de su antecesor, Pablo Casado, le sigue el PSOE de Pedro Sánchez que ha resistido ante los negativos pronósticos de las encuestas sumando 122 escaños, un alza de dos escaños en comparación con los anteriores comicios. Por su parte, el resultado de Vox ha supuesto un batacazo monumental para el partido de Abascal al tan solo sumar 33 diputados frente a los 52 que logró en las generales del 10 de diciembre de 2019 y Sumar de Yolanda Díaz, se sitúa como cuarta fuerza con 31 escaños.
Tras los resultados del 23J, ahora los partidos políticos tendrán que ponerse de acuerdo para proponer un candidato a la investidura y aunque la suma de diputados de PP y Vox (169) es mayor que la suma del PSOE y Sumar (153), ninguno de los dos cuenta con una mayoría absoluta. Además, el bloque progresista podría negociar de nuevo con los nacionalistas para conseguir su voto a favor de su Gobierno en coalición y con la abstención de Junts lograr una mayoría simple. Pero, ¿cuál es la diferencia entre una mayoría absoluta y una mayoría simple?
Para lograr una investidura exitosa, los políticos se ven obligados a establecer acuerdos para alcanzar una mayoría de votos en las cámaras pero, no todas las votaciones utilizan el mismo tipo de mayoría para aprobar las decisiones. Según la legislación actual, en el primer pleno de la investidura del Presidente de Gobierno es necesaria una mayoría absoluta, pero en el caso de no contar con los apoyos necesarios, en una segunda investidura tan solo se requiere una mayoría simple.
Mayoría absoluta
Este tipo de mayoría requiere el voto favorable de más de la mitad de los miembros del órgano correspondiente. Es decir, se necesita un voto afirmativo de la mitad de los representantes (si la cantidad de votantes es un número par) o la mitad más uno si se trata de un número impar de votantes.
Por ejemplo, en el caso de someter a votación una propuesta en un órgano formado por 350 como es el Congreso de los diputados, la mayoría absoluta se alcanzaría únicamente si se consiguen 176 votos positivos. En este escenario no influirían las abstenciones.
Mayoría simle
Este tipo de mayoría tan solo está permitida en una segunda investidura y también deben ser superiores los votos a favor que en contra. No obstante, la gran diferencia recae en que es suficiente con que haya más "síes" que "noes". No se tiene en cuenta el número total de votantes, únicamente la predominancia de las opiniones favorables.
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Esta votación saldría adelante sin necesidad de lograr 176 votos positivos ya que las abstenciones tienen un gran peso. Es decir, si la propuesta consigue, por ejemplo, 172 votos a favor, 171 en contra y 7 abstenciones sería suficiente para aprobar la investidura porque los apoyos son más que los detractores. aunque este ejemplo sería una mayoría muy simple muy ajustada por un solo voto.
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