El PP no se rinde e insiste en hacer presidente a Alberto Núñez Feijóo, cuya potencial investidura ve más cerca tras el ofrecimiento de Vox de apoyar "una mayoría constitucional", a pesar de que las cuentas siguen sin salirle, tal y como recuerdan desde el PSOE, que sostiene que su "proyecto de mentiras, maldades y manipulaciones" ha "fracasado".

No obstante, fuentes 'populares' incidían este lunes en que, con el apoyo de la extrema derecha, el líder del partido cuenta ya con 171 votos favorables, a tan solo "cinco escaños de armar una mayoría para un gobierno en solitario". Su candidato, han asegurado, "hará lo posible por ampliar sus apoyos en los próximos días".

En este sentido, desde el partido conservador han destacado que, además del apoyo de Vox, Feijóo tiene ya el 'sí' del diputado de UPN, mientras que Sánchez solo podría "optar a una investidura tras ser derrotado" si logra el "apoyo de todos y cada uno de los partidos nacionalistas o independentistas" del Congreso.

Además, los 'populares' han incidido en el hecho que la Junta Electoral Central ha ratificado este lunes el decimosexto escaño del PP por Madrid, al rechazar el recurso del PSOE para revisar el voto nulo en esta circunscripción. Una decisión de la que la 'número dos' del partido, Cuca Gamarra, se ha hecho eco en Twitter, donde ha aseverado que "va siendo hora de que reconozcan que el PP ha ganado": "Asúmanlo y afrontemos el futuro de España con un Gobierno en solitario de PP", ha instado a los socialistas.

El PSOE sostiene que "Feijóo no llega"

Aunque el coordinador general del PP, Elías Bendodo, ha asegurado a su vez que con el gesto de Vox "las reglas del juego cambian", desde el PSOE sostienen que "Feijóo no llega, y lo sabe". Fuentes socialistas han recalcado que "sabe que no hay una mayoría en el Congreso de los Diputados para derogar los avances" logrados, "ni siquiera con su socio de la ultraderecha, con el que cada día está más vinculado en su proyecto de recortes y retroceso".

Así, los socialistas reprochan que "el PP y Feijóo parecen vivir en su Matrix particular" y aseguran que "el PSOE seguirá trabajando para articular una mayoría en la que España siga creciendo" frente al "proyecto de mentiras, maldades y manipulaciones de Feijóo", que -dicen- "ha fracasado". Además, le afean que siga "sin dar explicaciones" sobre su "sobresueldo" o sus vacaciones con el narcotraficante Marcial Doradoy mantienen que "ha vinculado su destino a la ultraderecha".

En esta línea, la ministra portavoz en funciones, Isabel Rodríguez, denunciaba horas antes que el ofrecimiento de Vox al PP es "fruto del acuerdo que han sellado en sus reuniones secretas" e invitaba a los dirigentes del PP a "aprovechar este verano y tiempo de descanso para asumir el resultado de las urnas".

Entretanto, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha regresado este lunes de sus vacaciones en Marruecosy ha viajado a Lanzarote, donde permanecerá unos días en la residencia oficial de La Mareta, también con su familia. Por el momento, tampoco a Sánchez le dan los números para ser investido, a expensas de la negociación con los partidos independentistas catalanes.

El PNV no cede, pero CC se abre a negociar

Lo cierto es que, pese al gesto de la ultraderecha para facilitar un gobierno del PP, el PNV -cuyo apoyo permitiría aupar a Feijóo a la Moncloa- se mantiene en el 'no': lo ha dejado claro a través de Twitter este mismo lunes, cuando ha recordado que la formación jeltzale ya "fijó su posición con meridiana claridad" tras el 23J, cuando rechazó facilitar su investidura.

Sí se ha abierto a negociar, en cambio, Coalición Canaria: la formación nacionalista se ha mostrado dispuesta a abrir el diálogo con el PP "tras descartarse la participación de Vox en un futuro gobierno", "una de sus líneas rojas", aunque vincula su apoyo a la agenda canaria.

De cara a los pactos post-12M

Todos los partidos menos PP y Cs se comprometen a no pactar con la ultraderecha de Vox y Aliança Catalana

PSC, ERC, CUP, Junts y Comuns Sumar suscriben un pacto por el que se comprometen a no aceptar los votos de la extrema derecha para formar gobierno y a impedir que entren, por ejemplo, en la Mesa del Parlament.