El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha pronunciado tras la llamada telefónica que en la tarde de este jueves ha mantenido con el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, en la semana previa a su investidura, zanjando que "el que juegue a que el déficit del PP se busque en tránsfugas del PSOE, se equivoca".

"El Gobierno de España no puede estar sometido a 'tamayazos', aunque el PP quiera desviar la atención", ha dicho. En una entrevista en la Cadena SER ha precisado que se trataba de una llamada "en términos protocolarios" tras el compromiso del 'popular' de "contactar con cargos públicos".

"Me ha preguntado lo más relevante de la región y los temas que podrían interesarnos de cara a la investidura, con cortesía", ha dicho. En todo caso, ha asegurado que Núñez Feijóo no le ha pedido apoyo para la investidura, a lo que ha añadido además que "no le habría servido de mucho".

Aunque mantiene "diferencias críticas" con su partido en algunos puntos, ha defendido su libertad para opinar. "Una cosa es discrepar de algo que hace el PSOE y otra muy distinta que piense que la alternativa del PP es mejor", ha dicho.

"Me parece saludable que en un debate de investidura se tenga la pluralidad de todo lo que pensamos en las autonomías, aunque luego veremos lo que dice", ha añadido.

En su opinión, desde inicio de septiembre hubo en el PSOE una idea de "respetar tiempos de Feijóo", y en este tiempo los acontecimientos esperarían al propio PSOE.

Eso sí, "la situación ha desbordado, porque el PP ha interpretado que las elecciones, habiéndolas ganado, las perdió; y el PSOE interpretó que las ganó no habiéndolas ganado". Ahora, lo que preocupa sería "interpretar que tras las elecciones hay un aval a cualquier cosa que se pueda hacer".

En todo caso, el PP "ya ha pasado la página" y da por hecho que no sacará adelante la investidura, y por eso "ha pasado al ataque". "Todo el mundo ataca al gobierno de Pedro Sánchez por lo que pueda pasar sin que nadie se defienda", ha afirmado en este punto.

Volviendo a la amnistía, prefiere "no dar por hecho" que se puede aceptar la amnistía para juzgados por el 'procés' a la hora de que el PSOE negocie una investidura, pero en todo caso él siempre defenderá un gobierno de Pedro Sánchez pese a las cuestiones criticables.

Ha admitido que hay declaraciones del 20 de julio donde cargos socialistas negaban la posibilidad de aceptar la amnistía, y "lo que manda es lo que se ha dicho". "Y si se ha dicho que no cabe y ahora cabe, algo ha tenido que pasar".

Pero, "independientemente del concepto constitucional", ha dicho que es importante "no jugar con estas cosas". "Yo me limito a pronunciarme sobre la amnistía porque no sé en qué términos se quiere plantear y porque me someto a los plazos que el Gobierno ha planteado".

Sobre si se plantea asaltar el liderazgo del PSOE, ha asegurado expresamente que si él no fuera ahora presidente con mayoría absoluta, decir que el PSOE estaría desahuciado sería una "idiotez". Ha presumido en este punto de su "hemeroteca", la que considera coherente en sus argumentos, pero ahora no tiene más credibilidad por tener mayoría absoluta, sino al contrario.