Jorge Alonso se estrenó en una mesa electoral en las elecciones generales del 28 de abril de 2019. Este vecino de Torrejón de Ardoz (Madrid) volvió a tener la misma 'suerte' en las siguientes generales que se celebraron el 10 de noviembre de ese mismo año.

En mayo de 2021, lo volvieron a convocar para estar en mesa en los comicios de las autonómicas. Pero no parece suficiente, porque, y para rematar, el pasado día 22 de junio lo convocaron como segundo vocal para las generales del 23 de julio.

"Al final me van a hacer fijo, me va a tocar trabajar siempre que haya elecciones...", bromea Alonso, que ha recurrido su participación y ha conseguido librarse. Y es que si te convocan más de tres veces en diez años, tienes derecho a quedar exento.

Este madrileño colecciona sus convocatorias, pero preferiría tener más fortuna en otros aspectos de la vida. "Hay más probabilidades de que te toque la Lotería Nacional que te convoquen cuatro veces para formar parte de una mesa electoral. A mí me ha tocado la lotería democrática, pero la otra no hay manera", señala Alonso entre risas.

David Borrella también ha tenido que acudir tres veces a una mesa electoral en Cáceres. Le tocó como vocal en las generales de 2015 y en las autonómicas de 2019. Además, le volvieron a convocar para en los comicios generales de noviembre de ese mismo año como presidente de mesa. Para el próximo 23 de julio también ha sido convocado, pero va a recurrir.

"La primera vez no es que estés entusiasmado, pero al final es algo nuevo... pero la segunda, la tercera y la cuarta ya cansa... Y menos por solo 70 euros",indica este extremeño.

En otros países europeos se organizan de forma diferente. En Alemania e Italia, la mayoría de mesas se conforman con voluntarios, y en Francia, sobre todo, con funcionarios. En el Reino Unido se ofrecen estos puestos como un trabajo, donde puedes ganar hasta 350 euros. Y en Bélgica se designa al azar... y no se paga.