Puede que estemos antes el episodio de elecciones generales en el que más sudor cueste ejercer la democracia de toda la historia moderna de España. El 23 de julio hará calor y, dado el historial, es probable que haga mucho calor. Frente a este desafío, ya hay ayuntamientos que se han propuesto adquirir elementos para aclimatar los colegios electorales, y Sumar va más allá: propone que el horario de votación se alargue dos horas más, hasta las 22:00 horas.

Lo de modificar los horarios de votación parece muy sencillo, porque el principio y el final lo marca explícitamente la ley electoral, la LOREG, que impone que la votación "se iniciará a las nueve horas la votación" y que "continuará sin interrupción hasta las 20:00 horas".

Sin embargo, los juristas consultados por laSexta, como el magistrado Joaquim Bosch, aseguran que es una decisión que puede tomar la Junta Electoral Central. Bosch reconoce que "es muy difícil" que la JEC pueda aceptar la ampliación, pero que podría hacerlo "si cree que concurren requisitos de idoneidad, necesidad y proporcionalidad que justifiquen que de forma excepcional deba ampliarse el plazo".

No sería algo nuevo en España que una mesa electoral abra después de las 09:00 o que cierre después de las 20:00, hay precedentes de casos y lugares concretos donde, por problemas propios, los horarios se han flexibilizado. También durante la pandemia cuando "se establecieron franjas horarias para la votación", como ha destacado Ernest Urtasun, portavoz de campaña de Sumar, cuando ha anunciado la medida. Se refiere, por ejemplo, a las elecciones autonómicas de Cataluña en febrero de 2021, cuando se buscaba separar a los mayores y vulnerables de la población general, y así evitar contagios de COVID. Urtasun cree que sería bueno alargar ahora el horario de votación, para "quien quiera votar y no quiera hacerlo bajo temperaturas extremas".

La lucha contra el calor el 23-J

La gran mayoría de colegios electorales son centros públicos de enseñanza, donde las labores de mejora y aclimatación son responsabilidad de las comunidades autónomas, a lo que se añade que muchas de ellas además actualmente están pendientes de formar gobierno.

Por esto, los ayuntamientos se han puesto en marcha para comprar o alquilar aparatos para aclimatar, como los aires acondicionados que van a alquilar en el ayuntamiento de Bormujos, donde además equiparán los centros con botellas de agua para miembros de la mesa y también para votantes. Otros consistorios pondrán ventiladores, como el ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid o el de Cartagena.

Hay otros ayuntamientos en lugares de riesgo de temperaturas extremas donde no han anunciado ninguna medida para luchar contra el calor de la jornada electoral, como por ejemplo Granada. En esta ciudad nos atiende Luis Pinto, director del CEIP Fuentenueva, que nos invita a comprobar que la entrada principal del centro y también las aulas ya alcanzan temperaturas de 40 grados.

Lo único que puede hacer el personal, dice Pinto, es abrir todas las ventanas de las zonas de paso, para incentivar las brisas de aire, y ceder el frigorífico de la sala de profesores a los miembros de la mesa electoral. Por lo demás, y si no se toman decisiones desde el ayuntamiento o la Junta de Andalucía, serán los miembros de la mesa "quienes tendrán que decidir si traerse un ventilador" lamenta el director.

Colegios aclimatados, también tras el 23-J

Ante el reto de atajar el calor extremo, lo que sí une a ayuntamientos y directores de centros escolares -como a Aida Castillejo, alcaldesa de Rivas-Vaciamadrid y al director Luis Pinto-, es que esta jornada electoral ayude a la gente a concienciarse de las temperaturas que tienen que soportar alumnos y profesores durante la recta final del curso regular, finales de mayo y todo el mes de junio.

Para ellos también piden que se aclimaten los centros, para que puedan resguardarse de temperaturas que superan los 30 grados.