Tan solo han pasado unos minutos, pero el estreno oficial del catalán, el euskera y el gallego en el Congreso de los Diputados como lenguas cooficiales ya ha dejado patente que se aproxima una legislatura agitada si se consigue formar gobierno. Nada más arrancar la primera intervención, en la que se ha empleado de forma equilibrada tanto el castellano como el gallego, los diputados de Vox han empezado a quejarse y han acabado por abandonar todos sus escaños, depositando las 'petacas' de traducción en el escaño de Sánchez.

Todo ha comenzado prácticamente al inicio de la sesión. En cuanto el socialista Xosé Ramón Gómez Besteiro ha empezado a hablar, usando para ello el gallego y el castellano, el grupo parlamentario de la ultraderecha ha comenzado a interrumpir increpando al político, razón por la que han recibido varios avisos de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que ha aludido al reglamento de la cámara para recordarles que no pueden interrumpir.

Instantes después, todos los miembros de la formación han acabado por irse de la cámara, no sin antes dejar, con gran desprecio según los presentes, los pinganillos repartidos para la traducción simultánea sobre el escaño del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien se encuentra en estos momentos en Nueva York, donde participará en la semana de alto nivel de la ONU reuniéndose con distintos dirigentes y valorando la situación económica.

"El reconocimiento del uso de estas lenguas es una superación de una anomalía histórica", ha celebrado Gómez Besteiro una vez se ha recuperado la normalidad en la cámara, lugar en el que ha incidido en que "patrimonializar es una forma de excluir" porque "hay que preservar las lenguas" como "símbolo de unión en la diversidad". A continuación ha recogido el testigo Marta Lois, diputada de Sumar que ha asegurado que es un "día importante e histórico".