Hace mes y medio aproximadamente que el Congreso de los Diputadosrechazó la candidatura de Alberto Núñez Feijóo en una segunda votación. El candidato del PP no logró la mayoría simple que se necesita en una segunda ronda para ser investido (más síes que noes). Esto provocó el inicio de una nueva ronda de contactos en el Palacio de Zarzuela. Pero antes fue el turno de la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol. La representante comunicó al jefe del estado el resultado de las votaciones de investidura del líder 'popular', que resultó fallida. Acto seguido, Felipe VI entabló, de nuevo, conversaciones con los principales representantes políticos. Pedro Sánchez, presidente en funciones, entre ellos. Fue él quien presentó su candidatura, como la segunda formación con más votos después del 23J.

Desde entonces y hasta ahora, el líder socialista se ha sentado a negociar con varios líderes políticos para recabar los escaños necesarios para ser investido. El candidato socialista busca revalidar la coalición con la formación de Yolanda Díaz. Para ello tiene dos oportunidades. Una primera votación en la que tendrá que recopilar una mayoría absoluta de 176 diputados del Congreso, que tendrá lugar una vez el candidato exponga su programa electoral y las diferentes formaciones políticas se pronuncien sobre él. Una vez se completen los turnos de palabra y a la hora que fije la presidenta de la cámara tendrá lugar la primera votación. Esto nos lleva al jueves 16 de noviembre. Esta vez se incluirá un nuevo criterio sobre las votaciones por llamamiento, para que en caso de error el diputado pueda corregirlo 'ipso facto' antes de que sea nombrado el siguiente diputado.

Así, los diferentes miembros del Congreso de los Diputados votarán 'sí', 'no' o 'abstención' en voz alta. A priori, se escucharán 179 síes de PSOE (121), Sumar (31), ERC, (7), Junts (7), EAJ-PNV (6), EH Bildu (5), BNG (1) y Coalición Canaria (1). Por su parte, PP (137), Vox (33) y UPN (1) votarán en contra sumando 171 noes. En cualquier caso, Sánchez saldría investido en la primera votación, sin necesidad de ir a una segunda ronda, al contar con la mayoría absoluta. De hecho, la sobrepasaría por tres escaños. En este caso, Francina Armengol, presidenta del Congreso de los Diputados, comunicaría al rey el resultado de la votación para que, posteriormente, el BOE recoja el nombramiento del presidente por cuatro años más. Finalmente tendría lugar la toma del cargo. También ante el monarca.

¿Y si no consigue la mayoría absoluta?

Pero el proceso es diferente si Sánchez no logra la mayoría absoluta. En ese caso tendría que enfrentarse a una segunda votación 48 horas después de la primera, un plazo que nos lleva al sábado 18 de noviembre. Esto es precisamente lo que ocurrió en enero de 2020, cuando necesitó de una mayoría simple. Entonces la consiguió con el apoyo de los asientos de PSOE, Unidas Podemos, PNV, Más País-Compromís, Nueva Canarias, BNG y Teruel Existe. Entre todos sumaron 167 síes frente a 165 noes y 18 abstenciones (ERC y EH Bildu). Cuatro años más tarde, Sánchez volvería a necesitar de más síes que noes para gobernar.