Vox ha obtenido en las elecciones generales del 23J un total de 33 escaños y cerca de tres millones de votos. Con un 12,4% de los votos la formación de ultraderecha ha sufrido un duro batacazo respecto a las elecciones de noviembre de 2019, un desplome que se ha traducido en la pérdida de 19 escaños. Esta circunstancia sitúa al partido en cifras muy lejanas a las de los últimos comicios, en los que logró sumar 52 diputados con un total del 15,21 % de los votos (3.656.979).

En el partido esperaban un "bajón", pero confiaban también en que lograrían formar un gobierno de coalición junto al Partido Popular. Nada más lejos de la realidad. El partido de Santiago Abascal pierde poder en sus feudos más importantes. En Castilla y León ha obtenido cinco escaños menos con respecto a los resultados de 2019. Un golpe especialmente duro si se tiene en cuenta que en la Junta castellanoleonesa Vox ha intentado impulsar algunas de sus principales políticas de la mano del vicepresidente Juan García-Gallardo.

La caída en Andalucía sigue la tendencia de los últimos comicios y se traduce en tres escaños menos. Son dos los que pierden en la Comunidad Valenciana y otros tantos en Madrid y en Castilla-La Mancha. En la comunidad extremeña pierden un diputado, algo que se produce tras la polémica por el pacto con la popular María Guardiola. El mismo resultado se repite en Canarias, Baleares, en la Región de Murcia y en Ceuta.

Críticas de Abascal a Feijóo

Santiago Abascal ha comparecido en torno a la medianoche ante los medios de comunicación. En primer lugar ha felicitado por su victoria al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, para arremeter contra él seguidamente. "Hemos alertado durante la campaña del peligro de unas encuestas claramente manipuladas que han llevado a algunos a vender la piel del oso antes de cazarlo, y que han tenido una clara consecuencia: la desmovilización", ha asegurado. Ha sacado pecho por mantenerse como tercera fuerza y ha lanzado un claro mensaje a sus cerca de tres millones de votantes: "No vamos a defraudarles; estamos preparados tanto para ser oposición como para una repetición electoral".

La campaña electoral arrancó para los de Vox tras una intensa precampaña marcada por los pactos con el PP. Al cierre de la misma, desde el partido de ultraderecha afeaban a Feijóo su intento de pactar con Pedro Sánchez para que gobernara la lista más votada. Su objetivo era convertirse en imprescindibles para que gobernara el PP.

El mismo Abascal aseguraba la mañana del domingo a la salida del colegio electoral que su formación obtendría un resultado "heroico" e invitaba a los electores a votar para materializar un "cambio de rumbo" en España. Sin embargo, sus discursos contra la inmigración, la inseguridad en las calles, y la unidad nacional, no han convencido.

Domingo de 'batacazo'

Poco antes de las 20 horas del domingo, antes de conocerse los resultados de las primeras encuestas, la sensación entre los dirigentes del partido era que obtendrían unos 30 escaños con los que lograrían otro gran objetivo: seguir siendo la tercera fuerza política en el Congreso de los Diputados. Desde la dirección del partido trasladaban a laSexta su confianza en que lograrían la suma con el PP "por poco" y conseguirían un resultado ajustado.

El secretario general del partido, Ignacio Garriga, ha comparecido ante los medios de comunicación a las 20:30 horas. "Sea cual sea el resultado, vamos a seguir trabajando", ha asegurado. "Hemos ofrecido a los españoles un cambio de rumbo: echar a Pedro Sánchez para quitar las políticas que condenan a la miseria; haremos todo lo que esté en nuestras manos". Tendrán que seguir intentándolo.