Durante semanas, las encuestas de las elecciones vascas han apuntado en la misma dirección: un empate técnico entre PNV y EH Bildu e incluso un posible sorpasso por parte de los abertzales. Sin embargo, lo que parece que está claro antes de que se conozcan los resultados de las elecciones es que la provincia de Álava (Araba) es clave . Mientras en Bizkaia (Vizcaya), históricamente el Partido Nacionalista Vasco ha sido el más votado no solo en las elecciones autonómicas, sino en prácticamente todos los procesos electorales, y en Guipúzcoa (Gipuzkoa) la tendencia ha estado más escorada a la izquierda abertzale —desde finales de los 80 hasta finales de los 90, los partidos más votados han sido principalmente HB y EH—, Álava (Araba) no tiene una tendencia clara, pero sí tiene los mismos escaños en juego: 25.

En la última década, el territorio histórico ha votado mayoritariamente a derecha e izquierda, pasando por las formaciones nacionalista y abertzale, sin una tendencia clara. En las elecciones al Parlamento vasco de 2012, fue el PNV el partido más votado. Tres años después, cuando se celebraron varios comicios, el partido mayoritario fue cambiando: en las generales, Podemos fue la primera fuerza política; en las municipales y en las juntas generales, el Partido Popular fue el partido más votado en la mayoría de municipios; en las europeas —que también se celebran este año—, Álava (Araba) votó EH Bildu.

Sin embargo, aunque el voto ha ido variando a un lado u otro en función del tipo de elección, en las autonómicas casi siempre ha ganado el PNV, salvo en dos ocasiones: en 1986, que el partido más votado en las autonómicas fue el Partido Socialista; y en 1998, que fue el Partido Popular (PP) la formación que recibió más votos, unos 8.000 más que el PNV, que fue el partido más votado.