Si finalmente Oriol Junqueras termina liderando esta nueva etapa al frente de Esquerra Republicana tras el fiasco electoral -algo para lo que se ha mostrado dispuesto y que, en principio, cuenta con el respaldo del partido-, los dirigentes independentistas catalanes serán los mismos que, hace casi siete años, decidieron adentrarse en la Declaración Unilateral de Independencia.

El 24 de octubre de 2017, en la Sala Tàpies del Palau de la Generalitat, Carles Puigdemont y Junqueras, entonces president y vicepresident, respectivamente, debatían en el Consell de Govern si anticipar o no las elecciones. Tras poco más de 48 horas, llegaron los ocho segundos más caros del independentismo, con Puigdemont anunciando un Estado independiente catalán en forma de república.

El mismo Puigdemont que ahora pide que se le facilite la investidura. Sin embargo, ahora el escenario es muy distinto al de 2017 y el independentismo catalán ya no suma mayoría. "La mayoría de los catalanes han apoyado con una mayoría absoluta de escaños a los partidos que apoyaron la aplicación del artículo 155", tal y como destaca el consultor Nacho Corredor.

También en ese Consell de Govern, a la derecha de Junqueras, estaba Jordi Turull, entonces conseller de Presidencia y ahora secretario general de Junts, indultado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, al igual que Junqueras. La secretaria general de ERC, entretanto, sigue siendo Marta Rovira, que espera una ley de amnistía que, tras el veto del Senado, regresa ahora al Congreso para su aprobación definitiva.

A juicio de Pablo Simón, "es posible que Esquerra Republicana y Junts quieran ahora mirar hacia posiciones más autonomistas". Sin embargo, advierte el profesor de Ciencias Políticas, "los giros programáticos de los partidos son mucho más creíbles cuando se acompañan de un reemplazo en los liderazgos".