Xosé Ramón Gómez Besteiro se quedará en Galicia. Lo hará pese a haber obtenido el peor resultado electoral del PSdeG en la historia de la región, y tras un parón político de más de ocho años y una batalla judicial. El pasado mes de marzo de 2023 el candidato del PSdeG, que solo ha obtenido 9 escaños en las elecciones autonómicas, volvía a la política como delegado del Gobierno en Galicia, después de siete años apartado del foco mediático por decisión propia, a raíz de ser investigado por la jueza Pilar de Lara por varios presuntos delitos. Durante su 'exilio' político se dejó ver alguna que otra vez. Una de esas apariciones fue en el congreso en el que Valentín Gómez Formoso se hizo con las riendas del PSdeG. Sus compañeros se alegraron de verle.

Es más, se sentó en primera fila junto a cargos del partido como los presidentes de las diputaciones de Lugo, José Tomé, y Pontevedra, Carmela Silva. Formoso llegó a decir que estaría dispuesto a dar un paso al lado y a apoyar Besteiro como candidato a la Xunta si este decidiese postularse a serlo. "Por justicia" y "por lealtad personal" con el que considera uno de sus "mejores amigos". Dicho y hecho.

Pero las declaraciones de su amigo tuvieron lugar antes de su nombramiento como candidato a las elecciones de la Xunta, en un contexto en el que la formación no había tomado ninguna decisión. No fue el único en apoyar a Besteiro. Los alcaldes de A Coruña, Lugo y Santiago mostraron públicamente su satisfacción por el regreso de Besteiro a la primera línea política, tras levantarse las investigaciones que pesaban contra él. Así, Gómez Besteiro tomó posesión del cargo en abril de 2023, sucediendo al entonces nuevo ministro de Sanidad, José Miñones, y ante la presencia del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.

El que fuera secretario xeral del PSdeG y presidente de la Diputación de Lugo pidió paciencia en sus primeros días en el cargo cuando le preguntaban por el candidato a las elecciones del 18F. "Cuando se abra el proceso, hablaremos", rezó. Es más, insistió en que la cuestión no era tirar "de dedocracia". "Son los militantes los que deciden", señaló. La incógnita se resolvió cuando entregó en persona en la sede del PSdeG más de 3.000 firmas, cinco veces más de las mínimas exigidas.

Licenciado de Derecho, funcionario y candidato a la Xunta

Su nombre hizo que el que fuera secretario xeral del PSdeG y actual diputado autonómico Gonzalo Caballero retirase su candidatura cinco días después "por lealtad y responsabilidad" tras constatar que la dirección socialista y los altos cargos del PSdeG "optan por otra candidatura". El militante socialista coruñés Manuel Losada la mantuvo, pero no llegó al 6% de firmas necesarias para que su candidatura fuese ratificada. Victoria aplastante.

Besteiro venció a Losada, como ganó las primarias en 2013 al entonces alcalde de A Illa de Arousa (Pontevedra), Manel Vázquez, con un 77% de los votos. Entonces, el licenciado en Derecho y militante socialista desde que acabó la carrera ya había pasado por el gobierno local de Lugo, como edil de Urbanismo y portavoz, gracias a el exalcalde de Lugo Xosé López Orozco. También por Presidencia de la Diputación lucense, en 2007.

En septiembre de 2013 sucedió a Pachi Vázquez como líder del partido en Galicia. En ese cargo estuvo hasta 2016, cuando estaba a punto de presentarse a unos comicios pero saltaron las investigaciones judiciales levantadas contra él por la jueza Pilar de Lara en relación a presuntas irregularidades durante el desarrollo urbanístico de las torres O Garañón y en la Operación Pulpo. También por presuntamente adjudicar contratos, supuestamente a dedo, a determinadas empresas durante su gestión al frente de la Diputación de Lugo.

Todas las causas fueron archivadas, pero en el transcurso de los procesos, Besteiro tuvo que dimitir. Tras su marcha, pasó a dirigir el partido una gestora capitaneada por la hasta entonces su número dos, Pilar Cancela, y el socialista Xoaquín Fernández Leiceaga el candidato del PSdeG a la Xunta en los comicios gallegos celebrados el 25 de septiembre de ese año.

En cualquier caso, Besteiro es consciente de que su exilio político ha dejado huella en su trayectoria y habla abiertamente de él. Así lo hizo al tomar posesión del cargo como delegado del Gobierno: "Justicia, un valor con un significado muy especial para mí", expresó entonces en una intervención que cerró hablando del "sentido del humor". Con esta filosofía se presenta en unas autonómicas en las que ha dejado claro que su objetivo es que Galicia empiece a crecer en vez de limitarse a mirar como lo hacen el resto de comunidades.