Este viernes se ha puesto fin a la campaña electoral previa a las elecciones autonómicas y municipalesque tendrán lugar en prácticamente toda España el próximo 28 de mayo. Una campaña que, previsiblemente, pasará a la historia de nuestro país por parecerse más una película con innumerables giros de guion que a una campaña propiamente dicha. Porque en las últimas dos semanas se ha visto absolutamente de todo: tramas de compra de votos, un caso de secuestro con políticos implicados, un atropello premeditado o una paliza de un concejal a un directivo de un club de fútbol.

Todo, en un marco lleno de tensión, de duras acusaciones y de insultos que ha marcado cada día de esta campaña electoral en la que ha vuelto a entrar de lleno ETA. Al menos, su fantasma en boca de una derecha que lo ha utilizado desde el principio como arma arrojadiza contra el PSOE. "ETA sigue viva" ha sido en esta ocasión el mantra planteado por Ayuso para dar pie una campaña que apuntaba más al Gobierno de España, por su cercanía con Bildu para alcanzar acuerdos, que al de Madrid. Precisamente, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su partido han estado en todo momento en el punto de mira del PP y de Vox.

No en vano, también en esta ocasión la derecha y la extrema derecha han planteado la batalla electoral presentando una dicotomía más que polémica y ya conocida en la capital de España: del 'comunismo o libertad' que esgrimió Ayuso en las últimas elecciones autonómicas se ha pasado al 'o Sánchez o España'. Y en ese mismo saco que han llamado 'Pedro Sánchez' se han ido incluyendo, ante la falta de propuestas concretas, un sinfín de bulos y escándalos que pueden haber pasado factura al bloque progresista de cara a estas elecciones. Un bloque que, por otro lado, vuelve a llegar a otros comicios con graves problemas internos.

A pesar de los esfuerzos de Yolanda Díaz en busca de una unidad plural en municipios y autonomías con el que hacer frente a PP, Vox y Ciudadanos, la fragmentación parece haberse hecho más visible que nunca. Prueba de ello, entre otros, fueel escándalo de Podemos Asturias, donde la candidata se encerró en la sede del partido para exigir que se respetase su lista; o el de Podemos Fuenlabrada, que actuó de forma similar para pedir, en este caso, que se revirtiera la alianza con Izquierda Unida. Eso, sin tener en cuenta que las figuras de referencia de la izquierda llegan al 28M en una situación complicada.

La izquierda, frente a un 28M decisivo

Ada Colau, Mónica García, Joan Baldoví o Joan Ribó son algunos de los candidatos de la izquierda que se postulan para las alcaldías y comunidades de sus respectivos territorios. Sus resultados en el 28 de mayo serán cruciales para dibujar la posición de este espacio de la izquierda de cara a las elecciones generales. Sí, a pesar del complejo escenario que se presenta para estas formaciones el 28 de mayo, sigue habiendo optimismo y expectativas. El argumentario usado por el bloque progresista estaba claro desde antes incluso que arrancase la campaña electoral.

Desde el PSOE a Unidas Podemos, todas las formaciones a la izquierda del tablero han defendido su gestión frente a la sucesión de crisis que ha venido sufriendo nuestro país desde 2019. Desde ese año, la pandemia de COVID, la erupción del volcán de La Palma, la guerra en Ucrania o la inflación económica han puesto a prueba el escudo social que tanto se ha defendido a este lado del río. El 28 de mayo, la ciudadanía juzgará si han resultado ser políticas útiles y eficaces para la protección y mejora del estado del bienestar, así como si aprueban los próximos proyectos planteados por los mismos.

Dos han sido los elementos clave reivindicados por la izquierda para atraer el voto: la Ley de Vivienda, que promete mejorar la situación de los alquileres y el acceso a la vivienda en lugares con precios abusivos, y el refuerzo de un modelo sanitario público que ha concentrado numerosas protestas por España; especialmente en Madrid, donde se han registrado incluso huelgas ante el colapso del sistema. Precisamente, y de forma inversa a lo que ha hecho la derecha, Ayuso ha sido blanco de todas las críticas vertidas por la izquierda, que ve en ella el principal obstáculo a superar no solo este 28M, sino también de cara a unas elecciones generales que prometen ser igual o más tensas que estas.

Por lo demás, al margen de exabruptos, el ruido y las ilegalidades conocidas estos días, esta ha resultado ser una campaña muy común en términos estrictamente políticos. Esto es, aplausos, besos, abrazos; tropiezos y descuidos virales; lapsus, acusaciones de lo más rocambolescas y frases sin sentido. Y, sobre todo, muchas promesas sobre todo lo bueno que está por venir después de este 28 de mayo. Sin entrar a valorar cuántas de ellas se han cumplido en el pasado o se cumplirán en el futuro, desde este domingo te estaremos contando en laSexta todo lo que pase en esa transformación municipal y autonómica que vivirá España en los próximos cuatro años.