La de este domingo fue una noche de alivio en la sede de PNV, pero también en Moncloa, tras la que socialistas y jeltzales dan por hecho un acuerdo en el Gobierno Vasco. El Ejecutivo central, a su vez, se muestra tranquilo con el resultado de las elecciones vascas, que no cree que vaya a desestabilizar sus apoyos en el Congreso.

En este sentido, el ministro José Manuel Albares ha celebrado este lunes un resultado "extraordinario", que, a su juicio, "augura más estabilidad" y, ante la pregunta de si consolida también al Gobierno de coalición de Pedro Sánchez, ha asegurado que este "tiene una estabilidad total". "Hay un Gobierno de coalición progresista sólido, con unos apoyos parlamentarios sólidos", ha sostenido el titular de Exteriores.

Precisamente uno de esos socios, el PNV, ha querido desligar su relación con el Gobierno central de las negociaciones en Euskadi. Así lo ha defendido su presidente, Andoni Ortuzar, a preguntas de Ana Pastor en Al Rojo Vivo: "Con este resultado o con otro distinto, no habríamos mezclado nuestra posición en Madrid ni lo vamos a hacer ahora", ha afirmado.

Ya desde la sede de Ferraz, el PSOE ha trasladado el mensaje de que la mejora de sus resultados en Euskadi, donde ha subido en votos y escaños, es un respaldo a las políticas del Gobierno de Sánchez. Así, la portavoz de la Ejecutiva Federal, Esther Peña, ha recalcado que el 89% de los votantes vascos han optado por partidos apoyan o forman parte del Ejecutivo nacional de coalición: "A la gente lo que le interesa, más allá del ruido, es la política útil, la que mejora sus vidas", ha recalcado.

El Partido Popular, entretanto, minimiza esa subida de los socialistas vascos -"no es para echar cohetes", ha esgrimido su portavoz, Borja Sémper- mientras saca pecho de que ellos han mejorado, también levemente, sus resultados. Así, Semper ha reivindicado que "desde que Alberto Núñez Feijóo llegó a la presidencia del PP", este "no ha dejado de subir".

Además, el PP culpa a Sánchez de la subida de EH Bildu, que este domingo lograba un resultado histórico, que los 'populares achacan al "protagonismo que le ha concedido Pedro Sánchez en la política nacional". "Es una máquina de votos para los independentistas", ha aseverado Sémper sobre el presidente del Gobierno. Acusaciones a las que los socialistas han respondido recordando la etapa de Rajoy: "El PP es una fábrica de nacionalistas e independentistas siempre que gobiernan", ha aseverado Peña.

Ahora, unas catalanas decisivas

Ahora, y pese a que los resultados en Euskadi permiten al PSOE coger aire, este mismo viernes volvemos a la casilla de salida con el arranque de la campaña en Cataluña: Moncloa sabe que también allí el resultado condicionará la supervivencia del Gobierno de Sánchez. El candidato socialista, Salvador Illa, parte como ganador en todas las encuestas, pero sabe que tendría muy difícil formar Gobierno.

De momento, a cinco días para que empiece la campaña electoral, los socialistas catalanes dejan claro que, salvo con la ultraderecha, hablarán con todos. "Salvador Illa ha dicho que la única línea roja que tiene es con aquellos que fomentan el delito de odio. No nos cerramos a hablar con nadie, a llegar a pactos", ha señalado este lunes la portavoz del PSC, Núria Parlon.

Por su parte, Pere Aragonés cierra de momento la puerta a pactar con el PSC y confía en revalidar el cargo. "Habrá mayoría independentista y en esa mayoría independentista Esquerra Republicana va a liderar la propuesta de Gobierno y, por lo tanto, el único escenario que contemplo es el de continuar siendo presidente de la Generalitat", ha afirmado.

Los republicanos quieren ser la fuerza independentista más votada y poder forzar, así, el apoyo de Carles Puigdemont. "Habrá que negociar con alguien que en muchas ocasiones ha mostrado mucha irresponsabilidad. Es difícil dar credibilidad a alguien que abandonó el Gobierno", ha señalado a este respecto el presidente de ERC, Oriol Junqueras, en declaraciones a la 'Cadena SER Catalunya'.

El candidato de Junts, por su parte, ya ha dejado claro que antes de las elecciones no va a debatir con ninguno de sus dos principales rivales. "Quiero hablar de cuestiones nacionales, de país, profundas, con quien realmente tiene capacidad de tomar decisiones. ¿Las tiene el señor Illa? No, las tiene el señor Sánchez", ha manifestado Puigdemont en 'RAC 1', convencido de que la última palabra la tienen siempre los líderes nacionales. Así, debatiría solo con Sánchez y Feijóo.