Desde que el lehendakari Iñigo Urkullu anunció que las elecciones vascas se celebrarían el 21 de abril, los partidos políticos se han puesto las pilas y han comenzado la carrera electoral. En un contexto en el que las dos formaciones nacionalistas concurren muy igualadas, según todas las encuestas, la tensión entre ambas ha aumentado.

Unos días más tarde de anunciar la fecha electoral, el ambiente comenzó a caldearse después de que el número 2 de Urkullu, Josu Erkoreka, acusara a la formación abertzale de estar detrás de los altercados violentos que se vivieron en Euskadi con motivo de las semifinales de la Copa del Rey a principios de marzo.

El vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka (PNV), insinuó que "algunas siglas" podían estar detrás de estos incidentes callejeros en Euskadi y que motivaron actuaciones de la Ertzaintza.

Erkoreka comentó que todas las candidaturas aparentemente apuestan por vías pacíficas y acuerdos, pero que quizás haya alguna con otra línea en la "trastienda" como ha ocurrido durante "décadas". "Esto no es casualidad. Esto no ocurre sin más, sino porque alguien lo organiza", apuntó.

El líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, negó categóricamente que su partido estuviera detrás de estos altercados y criticó la actuación de la Ertzaintza, además de insinuar que había cierto descontrol y pedir que se regresara a los "orígenes".

Pero la "guerra" no se quedó ahí. Mientras un bando y el otro se enzarzaron en una discusión sobre quién estaba detrás de las trifulcas de esos días, el candidato del PNV elevó aún más los decibelios de la polarización tras recordar a Otegi su pasado.

"¿En qué organización política militaba Otegi hace 40 años?, ¿en una organización política que puso en la diana a la Ertzaintza quizá?, ¿que obligó a la Ertzaintza a tenerse que proteger?, ¿a tenerse que armar?, ¿se le ha olvidado eso al señor Otegi?", se preguntó Imanol Pradales en una entrevista en Radio Euskadi.

No solo la Ertzaintza entró en la precampaña, el problema de la gestión de Osakidetza también ha entrado en el debate. En los últimos meses, diferentes sindicatos han denunciado las largas lista de espera o la falta de profesionales.

Imanol Pradales aseguró que ha mantenido encuentros con los profesionales del Servicio vasco de Salud de cara a mejorar su funcionamiento y se comprometió a que cualquier persona que pida una cita en un ambulatorio sea atendida en un plazo máximo de 48 horas y, si es muy urgente, en el mismo día: "Es verdad que tenemos un problema de médicos, es verdad que nos faltan profesionales, pero tenemos también que buscar modelos distintos de autoorganización de la atención primaria. Creo que ahí podemos tener una vía para mejorar la atención", aseguró.

Por su parte, el candidato a EH Bildu, Pello Otxandiano, apuntó que "en Osakidetza hace falta un diagnóstico correcto. No compartimos que todo sea causa de la pandemia, porque si bien esto sí ha podido tensionar el sistema, no es un fenómeno causal". Así, echó en cara al PNV que durante los últimos años "se ha degradado un servicio público de calidad" y que "a día de hoy tiene grandes problemas" y denunció a los jeltzales por alentar esa "degradación" y "decadencia".

Además, Otxandiano propuso varias medidas que aplicaría si llegara a la lehendakaritza para mejorar el sistema de salud vasco, así como aumentar el presupuesto de la Atención Primaria, transformar el modelo de contratación o evitar que los profesionales trabajen también en el sistema privado.

Pero no solo los nacionalistas se han centrado en hablar sobre mejorar los servicios públicos. Los socialistas también han convertido la sanidad en una de sus banderas en la precampaña electoral. El candidato del PSE a lehendakari, Eneko Andueza, ha presentado diferentes medidas como un Plan de Optimización Asistencial, la contratación de 2.500 nuevos profesionales sanitarios, así como por un sensible refuerzo de los equipos de Salud Mental.