El candidato socialista Guillermo Fernández Vara enfrenta estas elecciones —sus últimas como candidato y en las que busca ser reelegido por cuarta vez—, con más incertidumbre que en ocasiones anteriores. Y es que si una indiscutible mayoría absoluta le permitió formar gobierno en 2019, ahora el entendimiento con Unidas por Extremadura va a resultar indispensable tras los comicios. Por otro lado, las encuestas apuntan a que el PP de María Guardiola podría ver crecer sus escaños en un territorio históricamente socialista, pero no será suficiente para gobernar. Ni siquiera con Vox, que irrumpiría en la Asamblea de Murcia.

Situación actual tras las elecciones de 2019. Son 34 los diputados que el PSOE consiguió en los anteriores comicios (creciendo en cuatro escaños respecto a las anteriores) y que hicieron posible un gobierno en solitario de Fernández Vara. Son 33 los escaños que dan la mayoría en la Asamblea de Extremadura, que cuenta con 65 diputados, los que ahora aspira rascar de nuevo González Vara, quien en el 'examen' preelectoral del CIS obtuvo entre los electores una valoración de un 5,24.

  • El PP, que aún tenía por candidato a José Antonio Monago, pegó un bajón y alcanzó 20 diputados (ocho menos que en las anteriores). Ciudadanos se hizo con siete diputados y Unidas por Extremadura alcanzó los cuatro diputados. Vox se quedó fuera por unas décimas.

Sin mayorías absolutas, es hora de los pactos. Cuatro años han dado para que la situación cambie, y mucho. Hasta el punto de que las encuestas dicen que hay un partido que desaparecerá, otro que irrumpirá por primera vez en la Asamblea de Extremadura y nadie conseguirá una mayoría absoluta.

Por eso, aunque Vara arrancó la campaña con un mensaje contrario a las coaliciones, y exponía que si los extremeños querían que él siguiera siendo presidente tenían que permitírselo ser "con las manos libres y no atadas", su discurso es ahora más conciliador. A la vista de los sondeos, que dicen que el PSOE ganará pero sin mayoría, Vara rehúye estos días de la bronca política e incluso apuesta por palabras como "escucha" o "diálogo" con las que va abriendo la puertas a esa necesidad vital de entenderse con los morados tras el 28 de mayo.

Tras el adiós del 'popular' José Antonio Monago, quien logró ser el único presidente de la región no socialista de 2011 a 2015, quien toma las riendas del partido de la derecha es María Guardiola, presidenta del PP de la región. Su antecesor fue considerado 'barón rojo' por su "viraje al centro", y ella cuenta con un perfil del agrado del líder nacional del partido. Aspira a que el PP gobierne por segunda vez la región, a absorber los votos de Ciudadanos y a ser además la primera mujer en hacerlo.

Sin una mayoría absoluta de los partidos mayoritarios, las formaciones que tienen más claro que entrarán en la Asamblea buscan ser la llave del gobierno. La candidata de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, que encabeza la lista de esta coalición que integra a Podemos, Izquierda Unida y Alianza Verde, desea 'copiar' la fórmula del gobierno central, a cuyos hitos ha recurrido durante esta campaña. De dar los números, facilitarían un gobierno del PSOE con ellos dentro para "hacer cumplir a los socialistas su programa".

Mientras tanto, todo apunta a que Vox entrará por primera vez en el parlamento regional. El candidato, Ángel Pelayo Gordillo, es concejal en Mérida. No parece que Vox vaya a ser del todo decisivo —las encuestas le otorgan entre cinco y siete escaños—, pero si de la formación de extrema derecha dependiera un gobierno del PP, lo tienen claro: apoyarían al PP y exigirían puestos de Gobierno.

Ciudadanos, con una candidatura que encabeza el diputado y portavoz del Grupo en la Asamblea, Fernando Baselga, se extinguiría al no conseguir el 5% de los votos que los partidos necesitan como mínimo para entrar en la Asamblea extremeña. Y a pesar de que esto se veía venir, teniendo en cuenta la situación de la formación naranja a nivel nacional, su postura ha sido contraria a la de la integración en el PP: "Ni nos compramos ni nos vendemos, otra cosa es que haya algunos que lo hagan".

También habrá candidaturas de partidos regionalistas, entre otros, la coalición Levanta Extremadura, que integra a los regionalistas Extremeños y Extremadura Unida y los provinciales Cacereños por Cáceres y Cáceres Viva. Las caras más visibles de Levanta son Pedro Cañada, de Extremadura Unida; Estanislao Martín, de Extremeños; y Leopoldo Barrantes de Cacereños, por Cáceres. También concurre en estos comicios Juntos X Extremadura, que cuenta como candidato a la Asamblea por Cáceres Raúl González, y como candidato a la Asamblea por Badajoz, el mediático cocinero Antonio Granero.

¿Qué dicen las encuestas?

Como se ha venido diciendo, las encuestas electorales publicadas hasta el momento apuntan a que el futuro gobierno de la región deberá ser un gobierno de pactos. En esta ocasión, el PSOE ganaría las elecciones, pero no conseguiría mayoría absoluta y necesitaría de Unidas Podemos para gobernar. Mientras que el PP se quedaría sumando con Vox a pocos escaños de esa mayoría.

La encuesta preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas(CIS), publicada antes del inicio de la campaña, da al PSOE entre 28 y 29 escaños con el 40,67% de os votos; el PP, con el 35,9%, entre 24 y 25; Unidas, con el 10,3% de apoyos, entre cuatro y ocho; y Vox, con el 8,6%, entre cinco y seis diputados.

Estos resultados son similares a los que aportan las encuestas preelectorales que vienen publicando los medios de comunicación. Por ejemplo, las de Radio Televisión Española, que pronostica que Fernández Vara conseguiría 29 diputados, cinco menos de los que tiene. La 'popular' María Guardiola lograría 27 escaños, siete más que en 2019. Justo los siete que perdería Ciudadanos y que le harían desaparecer del parlamento. Vox conseguiría cinco escaños, entrando por primera vez en el parlamento, e Unidas Podemos cuatro (se quedaría igual). La encuesta de 'NC Report' vaticina que el PSOE lograría 30 diputados, a falta de tres para la mayoría. Unidas Podemos, según esta encuesta, repetirían de nuevo con cuatro diputados. El PP tendría 27 escaños y Vox cuatro.

Claves de la gestión de esta legislatura

Este gobierno de Fernández Vara ha contado con la estabilidad que da la mayoría absoluta, pero la región sigue teniendo importantes problemas económicos. Extremadura es una de las comunidades con más paro del país (del 17,62%, según datos de la EPA), muy por encima de la media nacional que se sitúa en el 13,3%. La región destaca también por tener uno de los PIB per cápita más bajos del España (de 19.072 euros frente a los 25.498 euros de la media española).

Para un presidente que ha achacado de forma sistémica la mala situación económica de la región a una revolución industrial tardía en la zona, en esta legislatura, y más en esta campaña, Vara defiende sus logros, que pasan por poner a la región de ejemplo de cómo será la reindustrialización de España. Por ejemplo, dice que la comunidad ha pasado a exportar trabajadores a Cataluña, Madrid y País Vasco, y a importar inversiones, como una planta de diamantes sintéticos (para microchips).

Siendo además una de las comunidades autónomas que más renovables tiene, Vara ha conseguido poner a Extremadura a la vanguardia de la revolución verde y digital. Eso sí, con un tren que aspiraba a ser uno de los grandes hitos de esta legislatura que aún sufre averías y retrasos y no termina de arrancar.