El giro de guion del PP extremeño respecto a sus negociaciones con Vox marca un antes y un después en el camino hacia la campaña electoral del 23J y augura cómo serán los posibles pactos que aún quedan por escribir tras el 28M. Días después de que la candidata popular a la Presidencia de la Junta de Extremadura, María Guardiola, asegurara que no podía "dejar entrar en el Gobierno a quienes niegan la violencia machista", ahora llama al entendimiento y a crear "puentes" con la ultraderecha.

María Guardiola ha pedido a la presidenta de la Asamblea de Extremadura, la socialista Blanca Martín, que ha iniciado las consultas para proponer candidato o candidata a la investidura, "unos días" para retomar los contactos con Vox y poder presentar, dentro de los plazos fijados, su candidatura para ser investida como presidenta de la Junta. La dirigente del PP ha dicho que su mano "está tendida" y que "los puentes siguen ahí" porque su intención es seguir hablando, por lo que en los próximos días volverán a sentarse a negociar con el objetivo "de llegar a un acuerdo".

PP y Vox han comenzado a resetear sus tensas relaciones en esta comunidad tras reflejar de forma pública las contradicciones en su seno interno por los acercamientos a la ultraderecha. Mientras Guardiola y el murciano López Miras cerraban sus puertas a Vox, desde la Comunidad de Madrid Ayuso presionaba para las negociaciones y en Valencia cerraban un acuerdo de Gobierno que da la vicepresidencia al partido ultraderechista.

Las presiones internas ya han logrado que el ala discrepante rebaje el lenguaje contra la ultraderecha. Así, Guardiola ha pasado de dejar claro que no metería a Vox en su Gobierno, a constatar la necesidad de "hablar sin reproches". Todo después de que el propio Alberto Núñez Feijóo hablara de la divergencia importante en Extremadura y asegurara que "de momento" no había acuerdo.

Estas palabras de Feijóo se produjeron el día de la toma de posesión de Isabel Díaz Ayuso como presidenta de la Comunidad de Madrid. Allí estuvoMaría Guardiola y los barones 'populares' constataron sus discrepancias con cómo estaba gestionando sus relaciones con Vox. Ayuso, que tiene mayoría absoluta, inclusotendió la mano a la ultraderecha.

Según pudo saber laSexta, nada más acabar el acto escribió al líder de Vox en Extremadura y le propuso una reunión "para hablar sin reproches". De este modo, el viernes pidió una reunión a Vox y el domingo, a última hora, desconvocó la reunión de la cúpula del PP de Extremadura y publicó una carta a la militancia en la que habla de respeto y diálogo para y alcanzar un acuerdo programático con Vox.

Un 'volantazo' que también tiene lectura política en el PSOE extremeño. El presidente en funciones y candidato socialista a la reelección, Guillermo Fernández Vara, ha insistido tras su reunión con la presidenta del parlamento regional que optará a la investidura como líder de la lista más votada, para "ganarle tiempo al tiempo" y para lograr que al PP y a Vox "les salga mal" la "jugada perversa" de esperar al 23J para sellar un pacto.

Por su parte, el candidato de Vox a la Junta de Extremadura, Ángel Pelayo Gordillo, ha manifestado que afrontarán las conversaciones con el PP sin ningún tipo de "limitaciones previas" y "sin ideas preconcebidas", aunque ha repetido que sus propuestas "son justísimas, sensatas, razonables y asumibles por ambas partes".

Las negociaciones continúan en distintas comunidades

El líder murciano, López Miras, resiste, pero Vox también aparece en las negociaciones en la región. El 'popular' ha defendido que "no sería del todo razonable" intentar imponer un único criterio desde la dirección nacional del partido a las territoriales en las negociaciones con otras formaciones. En su caso, ha explicado que él ha hablado directamente con el líder regional de Vox, José Ángel Antelo, con el que dice tener "una muy buena relación personal", aunque fue "una negociación de máximos" en la que el partido de Santiago Abascal "exigía un 'statu quo' similar al de otras comunidades autónomas cuando el resultado de Murcia era muy diferente".

En Baleares y Aragón siguen los acercamientos entre el PP y la ultraderecha. En ambas regiones Vox presidirá el parlamento autonómico, si bien por el momento no se ha cerrado ningún pacto de investidura.

Las negociaciones siguen abiertas igualmente en Navarra, donde Vox y el PP han coincidido en la primera ronda de consultas a los grupos en su rechazo a la posible candidatura de la socialista María Chivite, que negocian desde ayer PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin y que necesitaría al menos la abstención de EH Bildu.