Estamos en el Open Arms después de una semana navegando en aguas internacionales por la zona SAR libia.

Hemos podido rescatar, atender y ayudar a 115 personas en tres operaciones diferentes, todas ellas coordinadas por las administraciones correspondientes, así es que estamos dentro de toda la legalidad internacional.

Ahora estamos fondeados desde hace un día y medio en aguas territoriales italianas, a escasos 400 metros de Lampedusa, donde se acaba de celebrar el sexto aniversario de la visita del Papa y donde hay que recordar que desde entonces hasta ahora han muerto 18.000 personas en estas circunstancias en el Mediterráneo.

Y, sí, repito que estamos fondeados en aguas territoriales italianas para desmentir la prohibición de su ministro de Interior, el señor Salvini, que dice que está prohibido que entren los barcos humanitarios en aguas territoriales italianas. Estamos aquí y es mentira esa prohibición, como también es mentira que las organizaciones humanitarias están desembarcando constantemente inmigrantes en Italia. Realmente, uno de cada diez inmigrantes que llega a Italia llega en un barco de una ONG, el resto lo hace por sus propios medios.

En esta semana tenemos que lamentar que han habido 80 muertos. Esta es la realidad que estamos viviendo.