En los últimos 14 años el consumo de ropa en el mundo ha crecido un 60% y las prendas se usan la mitad de tiempo.

La industria textil es la segunda más contaminante por detrás de la petrolera y el 8% de las emisiones de CO2 mundiales tienen que ver con la fabricación de prendas y el transporte intercontinental de las mismas.

¿Por qué?

Por una parte, consumen grandes cantidades de agua para producirse y para su lavado. También consumen mucha energía y emiten mucho CO2 para el traslado de prendas de un lugar a otro, concretamente el 8% de las emisiones de todo el planeta.

Muchas de las piezas de ropa que tenemos hoy en día tienen componentes de plástico que emiten microplásticos cuando las lavamos. Estos acaban en el río, en el mar...

¿Qué medidas podemos adoptar para reducir su impacto en el medio ambiente?

Tenemos que pensar más en la etiqueta cuando vamos a comprar la ropa, incluso cuando compramos vaqueros.

Cada europeo tiene entre 5 y 6 prendas vaqueras y en la fabricación de cada una de ellas se emplean entre 10.000 y 12.000 litros de agua sólo para un pantalón vaquero. Si lo lavamos con agua fría, habremos ahorrado 1.000 litros por cada uno de ellos,

El consumo responsable, ayudar a que haya una segunda circulación de cada prenda y comprar ropa de segunda mano son algunas de las opciones que proponemos para ayudar a reducir el impacto medioambiental.

Existe una propuesta para tener un armario minimalista, el proyecto 333 te anima a vivir con 33 prendas por cada temporada. ¿Probarías?