La sala de prensa del Congreso va a ser un hervidero. Lo veo venir. Ya lo hemos vivido. Pablo Iglesias ya ha llamado a Pedro Sánchez para decirle que está deseando empezar a negociar. A partir de mañana, los teléfonos y los micrófonos van a echar humo.
El líder de Unidas Podemos quiere entrar en el Gobierno. Pero Unidas Podemos ha conseguido, con el 98% escrutado, poco más de tres millones de votos. El PSOE tiene más del doble, 7.398.256 votos. La gran incógnita es si, con estas cifras, Pedro Sánchez le dejará a Pablo Iglesias entrar en el Gobierno.
Los militantes del PSOE están gritando a las puertas de Ferraz: "Con Rivera no", por si acaso Sánchez tuviera tentaciones de llamar al líder de Ciudadanos. Pedro Sánchez ha respondido a sus militantes que no impondrá cordones sanitarios a ningún partido, pero lo cierto es que parece poco probable un pacto entre PSOE y CS, teniendo en cuenta, además, que están muy cerca las elecciones autonómicas y municipales.
Si Sánchez atiende los deseos de sus militantes para seguir en Moncloa, le va a tocar hacer llamadas. Tendrá que negociar con seis partidos para obtener su 'sí'. Ahora mismo, sin Bildu, sin ERC y sin Junts per Cat, Pedro Sánchez podría obtener 175 diputados.
La incógnita es saber qué hará con ERC. Necesitaría su abstención. Habrá que ver si les llama o simplemente deja a los independentistas catalanes que sean ellos los que decidan si dejar a Sánchez gobernar o votar con la derecha.
Yo que ustedes no me perdería ningún capítulo de esta negociación.