Les dije en mayo que ojalá no tuviera que volver a este muro dentro de dos meses para darles malas noticias. Pero mis deseos no se han cumplido.

La Comisión de los Pactos de Reconstrucción se ha cerrado mucho peor de como se creó. Empezó en mayo con intenciones de gigante y palabras grandilocuentes pero se ha cerrado sin pena ni gloria.

Bueno, con algo de pena sí. Recurro a las palabras que pronunció Gabriel Rufián el día que se creó la Comisión: "No caigamos en el pin pan pun porque daremos vergüenza y pena".

Tanto han caído en la pelea política que no han sido capaces de pactar un documento por unanimidad. Ni uno solo de los cuatro que tenían entre manos.

Nuestros políticos no son capaces de ponerse de acuerdo todos a la vez ni en Sanidad, ni en Unión Europea, ni en Economía ni tampoco en Políticas Sociales.

La sombra del acuerdo de Europa sobre el pacto de recuperación es muy alargada pero no ha llegado hasta el Congreso de los Diputados.

Es verdad que el documento de Sanidad ha sido apoyado por una amplia mayoría de 256 votos a favor, 88 en contra y 3 abstenciones. Las negociaciones de PSOE, PP y Cs han dado sus frutos.

Las 71 propuestas en materia sanitaria son interesantes, algunas más que otras. Pero me temo que la mayoría de ellas se quedarán solo en el papel. Ojalá vuelva a equivocarme.

Algunas de ellas son tan sorprendentes como que hablan de "desarrollar e implementar la Ley 33-2011, de 4 de octubre, General de Salud Pública". Es decir, 9 años después pactan que hay que cumplir la ley que ellos mismos aprobaron en el Congreso y en el Senado en 2011. Muy bien. 9 años perdidos. Tenemos una Ley de Salud Pública que no usamos pero que es necesaria. Al menos lo reconocen y lo ponen por escrito.

¿Ven por qué me cuesta creer que las propuestas se materialicen?

Como este hay más ejemplos a lo largo del dictamen de 607 páginas.

Otro ejemplo es el famoso pacto por la Sanidad. Otra vez que lo ponen encima de la mesa. Otra vez que se comprometen a ello. Una vez más. La enésima en los últimos años. Otra vez que lo firman.

Mariano Rajoy era presidente del Gobierno y también pedía un pacto por la Sanidad. Se lo marcó, de hecho, como una de las 5 prioridades de su mandato junto a la financiación autonómica, el pacto por la educación, las pensiones y el empleo. Ninguno de esos cinco temas están resueltos en nuestro país. Pero todos creen que son importantísimos. Y así pasan los años. Pasa la vida.

Todos quieren, todos lo piden, pero son incapaces de sentarse y firmar algo que de verdad vaya a cambiar los pilares de nuestra sociedad. La esencia de nuestras vidas.

Así que, sí, los diputados han trabajado mucho en estos dos meses, no hay duda. Las propuestas de resolución están ahí y están trabajadas. Les dejo el enlace por si quieren echar un vistazo aquí.

Pero quizás bastaba con que hubieran sido menos ambiciosos y más prácticos. Quizás hubiera sido suficiente con asegurar por ley una cantidad mínima de inversión en Sanidad Pública. Para que nadie, ningún Gobierno, esté tentado a tocar algo que se ha demostrado que necesitamos para vivir. Mejor dicho, para no morir. El texto habla de "aumento del total de la inversión pública en Sanidad hasta alcanzar al menos la media europea en porcentaje del PIB estabilizado al final de la legislatura". En septiembre veremos si el Gobierno de coalición aumenta el gasto real en Sanidad. Ojalá no tenga que volver a este muro a decirles que esta vez tampoco va a ser.