En plena guerra del desayuno, pocas de las opciones que tradicionalmente hemos metido en la primera comida del día se han salvado en esta criba por descubrir qué es saludable y qué no. Y el fulgor de la batalla, el muesli se levanta como (a lo mejor) una de las opciones más completas y saludables para meter en nuestro tazón por las mañanas.

Pero como todo en nutrición, si piensas que todos los mueslis que hay en la balda del supermercado son iguales, estás equivocado. Puede que mientras disfrutas de esta mezcla de cereales, frutos secos y fruta desecada o deshidratada, te estén colando de tapadillo azúcares, grasas saturas y sal (si, también sal). ¿De qué muesli te puedes fiar y de cuál tienes que huir? Atento porque hoy veremos todas las claves.

¿Aun así no te fías de lo que pone en las etiquetas y paquetes de muesli? ¿Sientes que tu Ferrá Adriá interior reclama meterte en la cocina? Pues para todos aquellos que prefieren saber de primera mano lo que se meten en la boca, también tenemos receta de muesli casero. Yo te doy la base. El resto de ingredientes puedes incorporarlos o quitarlos tú. Sólo hay una regla. Que éstos sean saludables.

Receta de muesli casero

100gr copos de avena

50gr de salvado de trigo

40gr de nueces peladas

10gr pipas

1 puñado de pasas

1 puñado de arándanos

Sal opcional

horneamos a 180ºC