Cambia el tiempo y llegan las laringitis. Siempre.

¿Qué son las laringitis?

Es una inflamación de la laringe debido a una infección vírica siendo muy raro el origen bacteriano. Por ello, como ya todos sabéis, al tratarse de infecciones víricas, no suelen tratar casi nunca con antibióticos.

Las laringitis suelen ser leves o moderadas; aunque como todo en medicina, de vez en cuando vemos una grave y se nos ponen los pelos de punta.

¿Tiene algo que ver con la alergia?

No. No están relacionadas con las alergias y además la pueden presentar en más de una ocasión. Así que, si ya te ha dado el susto una vez, estate atento porque puede volver a suceder.

¿Cuáles son los síntomas?

  • Tos, afonía y dificultad respiratoria. No tiene por qué haber fiebre.
  • El síntoma principal es la tos. Y además suele ser nocturna. El niño se acuesta tan tranquilo y de repente, a mitad de noche, empieza a toser como si de un perro se tratase. Es una tos muy característica: Tos perruna porque recuerda al ladrido metálico de un perro. De hecho, las laringitis son de las pocas enfermedades que se diagnostican sin ver al niño, solamente escuchando como tose desde la salita de espera.
  • Además, al inflamarse las cuerdas vocales, se suele acompañar de afonía. Si la inflamación es importante, cuando el niño tome aire (inspire), el paso de aire es tan estrecho que se escuchará un sonido parecido a un silbido al que llamamos estridor. Si esto ocurriese debéis acudir a un Servicio de Urgencias.
  • La primera vez que ocurre, asusta bastante, francamente, y es uno de los motivos más frecuentes de consulta en mitad de la noche cuando estamos de guardia.

¿Qué puedo hacer?

  • Si se despierta por la noche con esta tos, abre las ventanas y sácalo fuera. Que respire el aire húmedo. Esto disminuirá la sequedad de la mucosa inflamada y el niño rápidamente sentirá alivio.
  • También puedes abrir los grifos de agua caliente del baño y respirar el vapor que se genera.
  • Incluso he visto madres que les meten la cabeza dentro del congelador.
  • Ofrécele una dosis de Ibuprofeno según su peso ya que debido a su efecto antinflamatorio mejorarán los síntomas.
  • Si aún así, continúa con dificultad respiratoria o estridor, debes acudir a un Servicio de Urgencias donde le administrarán una dosis de dexametasona (Corticoide) si es moderada o nebulizaciones de Adrenalina (además de la dexametasona) si es grave.
  • Hay que evitar que el niño llore, corra o se agite, ya que el paso de aire se estrechará aún más y empeorarán los síntomas.

No es útil:

  • Dar tratamiento antibiótico salvo que la laringitis se haya complicado con una bacteria, en ese caso será tu pediatra quien te informe.
  • Los jarabes o supositorios para la tos (antitusígenos) tampoco son útiles.
  • Tampoco es útil el salbutamol (ventolín) que utilizamos en las bronquitis y crisis de asma ya que lo que está inflamado es la laringe (vía aérea superior) y no los bronquios (Vía aérea inferior).
  • La toseína está contraindicada en cualquier circunstancia.
  • Cuidado con los vapores de eucalipto, mentol u otros olores fuertes; son irritantes y en algunos niños pueden empeorar los síntomas al producir más inflamación de la vía aérea.

¿Cuándo ir a urgencias?

  • Cuando notes que tu hijo tiene dificultad para respirar, es decir, cuando cada vez que coja aire, tenga estridor.
  • Si está somnoliento o muy irritable.
  • Si tiene los labios de color azulado.
  • Si tiene dificultad para tragar o babea mucho.

Así que, si tu hijo ha tenido una laringitis, puede tener más. Sácalo al balcón, dale una dosis de ibuprofeno y si no mejora… a Urgencias.

Un abrazo y mucho ánimo.