Tengo entendido que Sánchez e Iglesias intentarán sumar votos y apoyos parlamentarios después de unas elecciones democráticas. Unas elecciones generales, vaya. Que no es lo mismo generales que generalísimo. Cálmese, pues, esa parte de la derecha alarmada, que piensa que esto con Franco no pasaba. Son las cosas de la democracia. Cuestionemos si lo hacen mal o bien, si nos gusta más o menos, pero de ahí a alertarnos de que seremos Venezuela… Si ni siquiera llegamos a ser Suiza y mira que a algunos les gustaba.

Rabia esa parte de la derecha que nos pone en alerta porque llega el hombre del saco. Muchos de ellos son los mismos que se muestran impasibles si los suyos meten la mano en la saca. Ahí ya conviene decir que todos son iguales. Eso sí, con la alternancia de gobierno no les pasa igual: si mandan los nuestros es por España, pero si se atreven a mandar los otros, hasta ahí podíamos llegar. Venezuela, ETA y golpistas vuelven a lo más sonado en la lista de éxitos de la política española.

España, bolivariana. Peligro, estado comunista. Pablo Iglesias robará gallinas por los pueblos y Pedro Sánchez se comerá a los niños. Ha sido ver el pacto del PSOE con Unidas Podemos y una parte de la derecha ha salido a meter miedo, como si vinieran Chucky y Hannibal Lecter. Nos ha puesto en alerta histriónica esa parte de la derecha que a menudo no condena el franquismo, pero se muestra muy preocupada por el sistema democrático cuando se atreve a gobernar la izquierda.

Han salido a decirnos que habrá pobreza y desigualdad. Como si no las hubiera ya. Como si ahora envolviéramos los tupper con billetes de 500. Nos pone en alerta venezolana esa parte de la derecha que estaba ahí cuando se recortó la Sanidad, la Educación, se abarató el despido, se subieron los impuestos de los trabajadores y se hizo una amnistía fiscal que benefició a los corruptos. Sí, una amnistía declarada después inconstitucional, cuando ya era tarde, que aprobaron los que ahora dicen ser "constitucionalistas" en exclusiva.

Hay un preacuerdo de Sánchez e Iglesias y resulta que nos dicen que habrá "restauración del odio entre compatriotas" los mismos que meten cizaña contra las mujeres, los homosexuales, los inmigrantes o las víctimas de la guerra. Menudos osos amorosos los que buscan votos proclamando que la violencia de género no existe, que las fiestas de los gays molestan, que hay que levantar muros contra la inmigración o que las 13 rosas violaban. Es tanto como cobrar un pastizal del chiringuito autonómico por no hacer nada y clamar después contra las autonomías. Patriotas de su patrimonio. Igual es porque quieren eso: España una, pero solo suya.