El Banco de España realizaba estos días un concienzudo estudio sobre la juventud actual. Un elaborado trabajo de campo con todos los medios posibles sobre como le va a la chavalería con el cambio de década.

Para sorpresa de tan insigne institución, los menores de 35 tacos no han levantado cabeza desde la última crisis...y parece que ya asoma la patita la siguiente. Los españoles en el sumun de la fertilidad no han recuperado renta ni riqueza desde que empezara la debacle allá por 2010. No tienen posibilidad de independizarse ni en una mísera plaza de garaje, si atendemos a los actuales precios en las principales ciudades.

Su futuro está cegado por contratos basura, precariedad y alquileres que no podrían pagar ni aunque se alojaran en el buzón. Ahora vamos y les pedimos que tengan hijos.

Que con sueldos de 950 euros al mes tengan churumbeles y abonen maxicosi, guardería, vacunas (que las más caras no se incluyen) y todo tipo de carísimos adminículos que necesita un niño. Hemos despojado de futuro a los jóvenes. Y un país que no ofrece un futuro a los jóvenes, es un país sin futuro.