Paletos. Así como suena. Con la alegría y el desenfado de quien no reflexiona los adjetivos que cuelga gratuitamente. Eso llamó toda una presidenta de Madrid a quienes defienden la identidad de su tierra. Y puso ejemplos, que para solvencia: ella.

A horas del exabrupto ya se han manifestado los aludidos: el gobierno de Navarra exige respeto a la milenaria historia del reino y los leoneses recuerdan a la visceral popular que León es la cuna del parlamentarismo y que ya era una potencia europea cuando Madrid tan sólo era un páramo fronterizo.

La última hora es la esperada: Isabel Díaz Ayuso niega haber llamado paleto a nadie "y menos a los leoneses". Y contraataca a los plumillas con su acostumbrada empatía: "¿Cuándo dejaréis de mentir?", mientras escapa de los periodistas y sus propias declaraciones en lo que debe ser un palmario ejemplo de cosmopolitismo y modernidad.