La Audiencia Provincial de Girona ha abierto juicio oral contra los presuntos autores del lanzamiento de diversos artefactos explosivos en 2012 contra el club de alterne 'Paradise', (el burdel más grande de Europa), situado en la Jonquera.

El primero de los ataques se produjo, el día 12 de diciembre a las seis de la madrugada. Dos hombres encapuchados que iban en moto lanzaron sendos artefactos explosivos contra el club (uno frente al almacén del establecimiento y otro justo en la puerta principal de accesos al burdel). El primero explotó –causante daños y estragos– pero en el segundo no lo hizo al fallar el detonador.

El segundo ataque se registró el 23 de diciembre a las siete de la tarde. Según el fiscal, en aquella acción había cuatro personas involucradas, todas ataviadas con pasamontañas y armadas con fusiles automáticos. Dos de los asaltantes dejaron un coche ante la puerta del local y gritaron que en su interior había una bomba. Acto seguido huyeron con otro vehículo. La investigación policial confirmó que en el coche había dos bombonas de butano con una carga explosiva de TNT y pentrita. De nuevo falló el detonador.

El último de los atentados tuvo lugar el 31 de diciembre, la nochevieja del año 2012. Esa noche los Mossos d’Esquadra recibieron una llamada avisando que había una bomba dentro del establecimiento y que explotaría a medianoche. Tras evacuar a casi 1.000 personas que había dentro del macro prostíbulo en ese momento, revisaron el local, concluyeron que había sido una falsa alarma para atemorizar al dueño del burdel.

Ajuste de cuentas

Desde el primer momento tanto la Policía Nacional como los Mossos d´Esquadra tuvieron claro que aquellos atentados eran acciones dirigidas contra el dueño del estableciente. Se trataba de vendettas. De ajustes de cuentas entre clanes criminales. Probablemente (es la tesis del fiscal durante este juicio), se trataba de amenazas o represalias por deudas impagadas.

Un año después la policía detuvo a seis sospechosos que durante meses permanecieron en prisión provisional.

Sin embargo solo cinco de ellos se sientan ahora en el banquillo de los acusados. Uno de aquellos detenidos, en 2017 mientras disfrutaba de libertad provisional, fue asesinado. Murió al ser alcanzado por la metralla de una bomba que habían dejado en el maletero de su coche. La policía piensa que alguien le quiso pagar con la misma moneda. Es un caso sin resolver.

No hacerse daño

El juicio se ha iniciado con las testificales y en las primeras sesiones ya se ha observado como cada quien juega sus cartas estratégicamente para su beneficio o para su protección personal. Por ejemplo, el propietario del “Paradise”, la víctima de esos atentados (un hombre acusado de estafa y con diligencias penales abiertas en La Audiencia Nacional), dijo no conocer “de nada a los detenidos ni que alguien tuviera motivo alguno para hacerle daño”.

El fiscal pide para los acusados, penas que oscilan entre los 3 y los 20 años.

'El Club Paradise' ocupa 3.000 metros cuadrados y en verano llega a albergar a 350 mujeres explotadas sexualmente. Sólo con ese número ya se supera la media de más de una mujer prostituida por cada diez habitantes del municipio de La Jonquera.