Ocurrió el pasado 7 de junio en la ciudad judicial de Barcelona. El juez había convocado a un periodista para informarle de que Albert Cavallé, el llamado 'lover' o 'estafador del amor', le había denunciado por revelación de secretos. Ese periodista y otra decena más fueron denunciados ante la Audiencia Nacional.

Este tribunal se mostró no competente para investigar lo descrito en la denuncia y, en consecuencia, remitió cada caso a diversos partidos judiciales de España. Por lo que respecta a ese periodista, se da la circunstancia de que aquel día, sobre las 12:00 horas, Cavallé coincidió con él en el ascensor que conecta el hall de la ciudad de judicial de Barcelona con cada una de las 10 plantas de los juzgados de instrucción.

Provocador frustrado

Fue casualidad. Coincidieron en el ascensor. En aquel habitáculo, y pesar de la mascarillas, Cavallé reconoció al periodista: "¡Hombre, Carlos Quílez… ¿Cómo te sienta estar imputado?", preguntó el multi-condenado Cavallé con sorna y una ironía grosera, casi barriobajera.

"Y a ti.. ¿cómo te sienta ser un sinvergüenza?", le reprendió el periodista. El resto de las personas con las que compartían ascensor observaron atónitos la escena. Se abrió la puerta y Cavallé salió, sonriente, en la plana octava.

El ascensor siguió hasta la planta 10 y el periodista, tras realizar las gestiones que su profesión le tenía encomendadas, regresó a la planta octava para tratar de encontrarse de nuevo con el imputado-condenado Cavallé y solicitarle una entrevista. Y así fue. Se lo encontró en pleno pasillo.

Ante la mirada de diversos ciudadanos que, como Quílez y Cavallé, se encontraban en esa zona común, el periodista le preguntó si podía entrevistarle. Él, chulesco -al menos en las formas-, le dijo que sí. El periodista sacó su móvil, comenzó a grabar y le preguntó: "¿Por qué vas diciendo en los medios que las imputaciones contra ti son falsas si tienes varias causas abiertas, diversas denuncias en trámite y sentencias condenatorias firmes?".

Cavallé en estado puro

Él reconoció -contrariamente a lo expresado en una reciente entrevista, en el marco de su supuesta estrategia de lavado de imagen- que sí, que tiene "algunas sentencias" contra él. Pero no hubo margen a la repregunta porque, como se ve en la imágenes, el llamado 'estafador del amor' mostró su imagen más violenta y trató de arrebatar el móvil al periodista.

No solo eso: le insultó y le dijo, justo en el momento en que se personó allí su abogado, que le iba a romper la cara. El periodista reculó. Rehuyó el envite y se fue. Cavallé, en una estrategia a la desesperada, ha denunciado a periodistas de Mediaset, de Atresmedia y a quien suscribe este artículo. Que decida el juez, nosotros seguiremos informando.