La fachosfera ya ha intentado desacreditar y difamar al nuevo papa antes de serlo. El bulo fundamental que se empezó a mover antes de que se le nombrara y cuando era el cardenal Robert Francis Prevost para intentar dinamitar la posibilidad de que fuera nombrado papa fue el de que encubrió abusos sexuales cuando era obispo de Chiclayo. Las difamaciones partieron del Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), una organización ultra de la iglesia peruana, en represalia por las actuaciones del papa Francisco y el propio Robert Prevost contra ellos por los casos de abusos sexuales en el seno de su organización y que terminaron con la disolución de la formación en los últimos días de vida del papa Francisco.
El papa León XIV fue el responsable como prefecto del Dicasterio para los Obispos de firmar la destitución del arzobispo de Priura y Tumes, José Antonio Eguren, muy cercano al Sodalicio. La decisión se tomó nada más ser nombrado en el cargo por el Papa Francisco y tras iniciar la investigación contra la pederastia y los abusos en el Sodalicio. Esas decisiones provocaron la campaña de bulos contra Robert Prevost. La denuncia de encubrimiento de la pederastia vino de un abogado próximo al Sodalicio al que Robert Prevost prohibió ejercer dentro de la Iglesia. José Enrique Escardó, el primer denunciante del Sodalicio, rechazó las acusaciones contra el actual papa y puso en evidencia la campaña de difamación de los ultras por su papel en la denuncia de los abusos sexuales en el seno de la organización ultra peruana.
La campaña de los ultras del Sodalicio es el mejor aval para el nuevo papa quien, sin ser considerado progresista, tuvo a unos fascistas buscando su destrucción. El Sodalicio de Vida Cristiana (SVC) fue fundado por Luis Antonio Figari en Perú en 1971. Un laico, fascista, adorador de José Antonio Primo de Rivera y la Falange que buscó hacer fortuna y política usurpando las ideas religiosas y creando una secta con usos militares. Pedro Salinas, el periodista que mejor conoce a esta organización, cuenta en su libro Mitad monjes, mitad soldados las filias fascistas de la organización hasta el punto que en su ideario incluían los textos del nazi Karl Adam, de José Antonio Primo de Rivera y del fascista rumano Corneliu Codreanu, líder de la organización antisemita Legión de San Miguel Arcángel. Esta organización tenía una rama militar llamada Guardia de Hierro, que proponía el uso de la violencia para combatir a los enemigos de la patria y dios y que eran los marxistas, los demócratas y los judíos.
Los sodalites, como se llaman los miembros del Sodalicio, siempre se han considerado soldados contra la izquierda y en su doctrina estaban los principios del antimarxismo y el antijesuitismo como valores fundamentales. Una asociación que busca eliminar a los piensan como yo y a los que pensaban como el papa Francisco y al actual papa nos une por empatía. Como ateo y marxista no busco un papa que piense como yo, ni lo espero ni lo quiero, simplemente uno que no busque eliminarme y que pueda convivir en el mismo mundo que yo sin imponerme sus ideas. El papa León XIV tiene en contra a aquellos que sí buscan la eliminación del diferente y solo por eso es en parte de los míos.
A las personas las definen mucho mejor sus enemigos que sus compañeros y el hecho de que el nuevo papa León XIV tenga como enemigo a una organización religiosa filofascista que abusaba de menores y que tenía una concepción sectaria y autoritaria del mundo le proporciona una pátina de respetabilidad que se hace incompatible con la nueva degradación con la que los ultras empapan el mundo.