Maite quiso montar un bar. Es lo que llaman emprender. Un pequeño comercio para servir comidas porque es lo que aprendió a hacer durante su vida. Para poder poner en marcha su modo de ganarse la vida pidió un préstamo de 11.000 euros a través de una inmobiliaria, un préstamo que roza la usura y que le supuso una deuda de 27.000 euros. Maite, es además víctima de violencia de género, vive con sus dos hijos, bueno, vivía con sus dos hijos y su madre de 82 años en un piso de la calle Nazaret en Fuenlabrada. Ayer fue desahuciada a pesar de que la ley lo impide hasta el 31 de enero.

El gobierno más progresista de la historia dejó ayer en la calle a una mujer de 82 años, a una víctima de violencia de género y a dos niños. Todo para que un fondo buitre tuviera otra vivienda en su bolsa para poder especular con un derecho fundamental. El único escudo social que las mujeres vieron fue el de los antidisturbios. La madre de Maite es una de las ancianas, personas de riesgo, que se supone que tenemos que cuidar en plena pandemia y que deben protegerse del virus. Pues a protegerse a la calle. Que se busque la vida.

El piso estaba puesto como aval de ese préstamo para el negocio que permitiera a Maite ganarse la vida y que perdió por haber sufrido violencia machista y entrar en una depresión que le impidió seguir con el bar. Los fondos buitres también se sirven de la desgracia para poder enriquecerse, no es que les den igual las condiciones materiales y sociales de sus deudores, es que se enriquecen más cuanta más desgracia exista en las personas a las que prestan dinero.

Un préstamo de 11.000 euros y quedarse con el piso de Maite y su madre valorado en 130.000 euros es un negocio redondo. Cuanto más desesperados, mejor para ellos. Y el gobierno de PSOE y Unidas Podemos lo permite. Ayer se cumplió un año de la coalición gubernamental que se autodenominó como el gobierno más progresista de la historia y su inacción tuvo la cruenta casualidad de adornar esa efeméride con el desahucio de una familia tremendamente vulnerable.

El pasado 28 de octubre una familia con cuatro menores fue desahuciada en Carabanchel y Jose Luis Ábalos al ser preguntado solo acertó a decir que "en teoría no están permitidos". El gobierno aseguró que los desahucios se prohibirían hasta el 31 de enero de 2021. Mintió. Mintió de forma descarada y desvergonzada. Maite, su anciana madre y sus dos hijos son el ejemplo cruel, uno más de los muchos que ha habido durante esa supuesta prohibición, de que los desahucios siguen produciéndose para el enriquecimiento inmoral de muchas empresas sin que el gobierno haga para solucionarlo más que estrategias de propaganda. Los desahucios están prohibidos por un Real Decreto y este gobierno los está permitiendo. O miente, o no le importa que se incumpla una ley que enriquece a los buitres y deja desamparados a los más débiles. El gobierno más progresista de la historia.