"Hemos observado que las mujeres que viven cerca de espacios verdes urbanos tienen un menor riesgo de cáncer de mama mientras que, por el contrario, el riesgo es mayor en las mujeres que viven cerca de zonas agrícolas, lo que indica que la asociación entre espacios verdes y cáncer de mama puede depender del uso que se da a la tierra", ha explicado Cristina O'Callaghan-Gordo, primera autora de la investigación.
El estudio ha analizado los datos de 1.738 casos de cáncer de mama y de 1.900 mujeres sin esta enfermedad de Asturias, Barcelona, Cantabria, Girona, Gipúzcoa, Huelva, León, Madrid, Navarra y Valencia.
"Hay una tendencia lineal entre la distancia a las áreas verdes urbanas y el riesgo de cáncer de mama, es decir, cuanto más cerca vivían las mujeres de los espacios verdes, menos numerosos eran los casos de cáncer", ha declarado Mark Nieuwenhuijsen, coordinador del estudio.
Aunque todavía no se saben qué característica de "los espacios naturales son más beneficiosas para la salud de las personas y cuál es el mecanismo que explica esta relación", ha añadido Manolis Kogevinas, investigador de ISGlobal.
Otros estudios muestran que los beneficios incluyen mayores niveles de actividad física y menor exposición al aire contaminado, que está vinculado al desarrollo del cáncer, aunque "en este estudio no se han podido observar estas asociaciones".
Por último, este estudio demuestra la importancia de la naturaleza para la salud, que debe formar parte de la ciudad y, en lugar de puntos dispersos, los espacios naturales deber ser una trama que comunica todo el espacio urbano y beneficia a toda la ciudadanía", ha concluido Nieuwenhuijsen.