EL VRS es un virus respiratorio común que afecta especialmente a lactantes y a adultos mayores. Estos últimos sufren un riesgo elevado de sufrir complicaciones más graves asociadas a una infección. También, en personas con enfermedades crónicas, como enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma o insuficiencia cardiaca, el VRS puede provocar otras complicaciones graves.

Muchos estudios anteriores han puesto el foco en el VRS, pero solo se han centrado en las hospitalizaciones, en cambio, los autores del presente estudio lo han hecho desde una perspectiva social y para el Sistema Nacional de Salud (SNS). "Este estudio proporciona una primera aproximación sobre los costes directos de los recursos sanitarios asociados a los casos de enfermedad respiratoria por VRS, como visitas a Atención Primaria, hospitalizaciones, uso de antibióticos e ingresos en UCI; así como otros costes indirectos, como la pérdida de productividad y la asociada a muertes prematuras", señalan los autores del estudio, financiado por GSK.

Los autores indican por primera vez, el impacto económico que supone el VRS, que afecta a personas de 60 a 69 años y que aumenta progresivamente con la edad y puede provocar incapacidad laboral, menor productividad y mortalidad prematura.

Isabel Jimeno, responsable del Grupo de Vacunas de la SEMG y coautora del informe, indica que "en este estudio se pone de manifiesto la importancia de los costes indirectos, la pérdida de productividad no solo por la situación de incapacidad laboral, sino también la pérdida de productividad debida a la mortalidad".

39.000 casos anuales con complicaciones

A consecuencia del VRS, cada año aproximadamente se hacen 261.000 visitas a Atención Primaria y 21.000 recetas de antibióticos, además de 50.000 hospitalizaciones y 8.000 ingresos en UCI en España. El VRS conllevaría 39.000 episodios anuales de complicaciones como neumonía, exacerbación asmática o de EPOC, fallos cardíacos o descompensación diabética. Todo ello genera unos costes sanitarios anuales de unos 220 millones de euros, principalmente derivados de las hospitalizaciones.

Felipe Villar, jefe asociado del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid y uno de los autores del estudio, indica que los resultados a partir de los 65 años, sobre todo entre los 75 y 79 años, que el impacto sanitario y económico directo es mayor. Este grupo de edad de pacientes, junto con los pacientes inmunodeprimidos y aquellos con comorbilidades, como las enfermedades respiratorias crónicas, "son quienes acumulan una mayor carga de enfermedad y costes al sistema sanitario", precisa Villar.

Mercedes Fernández de Castro, directora del área de Vacunas de GSK España, destaca el compromiso de la compañía con la prevención, a través de innovación e investigación. "En GSK trabajamos para adelantarnos a la enfermedad y tratar de impactar positivamente en la salud de millones de personas. Estudios como este, que nos permiten tener un mayor conocimiento de la carga que supone una enfermedad como el VRS, pueden contribuir a establecer estrategias preventivas adecuadas dirigidas a la población más vulnerable ante esta infección".