El proyecto de la vacuna para el SARS-CoV-2 dirigido por los virólogos Mariano Esteban y Jan García Arriaza es el más adelantado de las tres vacunas contra la Covid-19 que está desarrollando el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El candidato vacunal MVA-Cov-2-S, que usa como vehículo el virus vaccina modificado de Ankara (MVA) para transportar una proteína del SARS-CoV-2 que estimule la defensa inmunitaria contra el coronavirus, ha probado su eficacia en modelos animales, lo que significa que está listo para seguir avanzando hacia las pruebas clínicas.

El CSIC colabora con la empresa biotecnológica española Biofabri, perteneciente al grupo Zendal, para producir la vacuna en condiciones de uso en seres humanos.

El próximo paso es la solicitud del permiso a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, para los primeros ensayos clínicos, fases I/II, que podrían iniciarse en unas semanas.

El virus MVA ha sido modificado para expresar la proteína S completa del SARS-CoV-2, que es la llave que permite la entrada del coronavirus en las células humanas, incorporada en el vehículo MVA, esta proteína se produce tan pronto como el virus penetra en la célula y es la que enseña al sistema inmunitario cómo debe reconocer y eliminar el coronavirus.

Lo relevante es que la vacuna produce altos niveles de anticuerpos IgG específicos frente a la proteína S del coronavirus y a su dominio de unión con la proteína ACE2 que sirve de repector de las células humanas.